Carne de Cañon. Foto de Spencer Tunick
Si.Tenemos que perder la esperanza.
En la palabra esperanza esta el verbo esperar.
Y el que espera, desplaza hacia el exterior la acción.
La bondad de la esperanza nos ha sido inculcada por siglos de religiones.
Confundiendo esperanza con paciencia.
Abandonemos la esperanza y tengamos proyectos.
Dejemos de delegar en los demás y pasemos a la acción.
El que tiene proyectos no espera, crea, inventa.
Después tiene paciencia.
El que crea no espera nada.
Hace.
Persigue su idea
Construye a partir de su integridad su proyecto personal.
No delega en otros las bondades que cree merecerse.
Tiene las ideas claras
Y va a por ello.
Para qué la esperanza?
Para volvernos sumisos y consintientes.