Hay que ser muy cínico para ser Gobernador del Banco de España

Publicado el 13 abril 2010 por Javierm

Pues que resulta que para el Gobernador más inútil del banco más inútil de España, la reforma laboral es urgente, ya que de retrasarse, la cantidad de parados pondría en riesgo el sistema bancario.

Y si. Hay que ser un mamón del catorce, (y perdonen que este post esté escrito con las tripas más que con la cabeza), porque precisamente, si hay tantos y tantos parados en este país, en el de al lado, en todo el continente y en el mundo entero, es porque los amigos del gobernador, esos que se sentaban y se siguen sentando en los sillones del sistema bancario y financiero nos llevaron con su irresponsabilidad a la puta ruina.

Y encima hay que ser cínico para argumentar que la banca ha sido “soporte de la economía durante la crisis” y podría pasar “a convertirse en un obstáculo para conseguir la recuperación económica”. Y por eso, “si la reforma laboral se demora, las entidades de crédito sufrirán más morosidad, menor negocio, mayor endeudamiento público y, en consecuencia, un encarecimiento de la financiación mayorista”. Con dos cojones de banquero cojo.

Pero pedazo de acémila: ¿Quien es el responsable de haber restringido el crédito tanto que miles de empresas se han ido al garete?. ¿Los parados?. ¿Son los parados los que han tenido un comportamiento ávaro, irresponsable y criminal con el dinero?. ¿Son los parados los que han defraudado miles de miles de miles de millones en paraísos fiscales?.

Este gobernador es un pirómano. Sólo presiona para que se aprueben las reformas planteadas por la patronal, que es la misma que la del gobierno: el abaratamiento del despido disfrazado en papel de regalo. El endurecimiento de las condiciones laborales, la pérdida de derechos. Salarios más bajos, menores cotizaciones, despido barato. Un mercado laboral de tercera categoría. Mucha flexi y poca guridad, como corresponde a una concepción hiper liberal de las relaciones económicas.

Eso si. El no parece que vaya a renunciar ni a su sueldo blindado ni a su jubilación de privilegio.

Mamón.

(Ya me he desahogado. Que se me había atragantado)

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