Hay un largo camino

Por Ana María Ros Domínguez @anaroski

Hay un largo camino hacia la libertad, pero vale la pena descubrir que se puede llegar, así empieza la canción que eligió nuestro buen amigo Arcendo cuando nos dedicó este video.

Y es que Dios a veces nos dice: “Oye tú muchacha, que yo tengo diseñada tu ruta, se más confiada, que todo está controlado”, pero por desgracia, esta que escribe, sigue siendo muy Santo Tomás, algo así como una Anaroski de Aquino, y se empeña en agobiarse, en ponerse ansiosa, y no escuchar esa voz en el interior, quizás porque hago demasiado ruido.

Pero hay días como el de hoy, en el que la soledad, la paz interior, te hacen estar más receptiva, y de repente, esa señal que pedías de forma desesperada aparece, y lo hace en persona de carne y hueso, con nombre y apellidos, y entonces algo se ilumina en tu mente y en tu corazón, y recuerdas con muchísimo cariño aquellos momentos, allá por el año 2008, hace ahora siete años, aquellos momentos duros también, en los que por casualidad llegué al mundo blogger, y conocí a tantos buenos amigos, y como sin darme cuenta, comencé a estudiar, y a estudiar, a leer, a practicar y a equivocarme, a mejorar aquella olvidada titulación de informática que jamás pensé que me serviría para algo.

Tras esos momentos, he vivido siete años en los que cada día crecía en mi interior, en los que cada día una voz me decía, ves tonta, ves como puedes, ves como eres capaz, ¿de qué tienes miedo? lo estás logrando. Y poco, a poco, fui cogiendo en mi misma esa confianza y esa seguridad que durante tantos años deseé tener, y empecé poco a poco a superar esa necesidad de aceptación que tenía.

Y es que, Dios se vale de sus criaturas, personas que aparecen en tu vida, otras que te acompañan siempre, otras que se marchan pero que te dejan huella, y es que hasta esas que consideramos arpías, tienen algo que enseñarnos, aunque sea el no parecernos a ellas.

No creo en las casualidades, pero mi etapa anterior empezó con mis amigos blogueros y aquellas entrevistas en Onda Cádiz, ahora ya acabada, el final del capítulo lo vuelve a poner una entrevista en el mismo medio, y como no el recuerdo de ese gran amigo que partió demasiado pronto al cielo, llamado Arcendo, y que gracias a Militos que se encarga cada día en que su memoria no se apague en nuestros corazones, he vuelto a entender el mensaje. Hay un largo camino, pero no estoy sola, Dios me cuida.

Buenas madrugadas.