Haz de tu casa un servidor web accesible.

Publicado el 29 septiembre 2013 por Sergiomadrigal @sergiomadrigal

Una de las cosas que más pueden interesar a un desarrollador web es montar su propio entorno de desarrollo en su propia casa.

El primer paso será instalar y configurar las máquinas que van a proporcionar los servicios que el desarrollador necesite, esto es: un servidor web (Apache, IIS), módulos de ejecución de código dinámico (PHP, PERL, .NET), y bases de datos (MySQL, PostgreSQL, SQLite).

Una vez tengamos los servicios funcionando hay un punto importante a tener en cuenta: estos servicios sólo serán accesibles a través de nuestra red local y los equipos que estén conectados a ella.

¿Y sí queremos hacerlos accesibles desde el exterior?

Para ello necesitaremos configurar nuestros equipos de red convenientemente.

Por lo general, en una red convencional de un hogar disponemos de un dispositivo que nos facilita la conexión a Internet. Este equipo es el que hace de frontera entre nuestra red local (LAN) y la red exterior (WAN). Estos dispositivos normalmente llevan por defecto configurado el servicio NAT.

Esto implica que en el exterior nuestros equipos, todos, tienen una misma y única dirección IP que los identifique. La IP pública.

Para dirigir el tráfico HTTP (puerto 80) hacia la máquina local que está prestando los servicios, debemos realizar lo siguiente:

1. Configura los Cortafuegos (Firewall) software que tengas instalado en la máquina para que permitan las peticiones al puerto 80.  Esto parece trivial y obvio pero muchos de los problemas de conectividad vienen provocados por el dichoso firewall de Windows.

2. En el router de casa, configura la redirección de puertos (NAT o PAT) para que se produzca la redirección automática entre cualquier IP del exterior que consulte nuestra IP pública en el puerto 80 y la IP privada de nuestra máquina en ese mismo puerto.

3. Comprueba que el puerto está abierto: [http://www.yougetsignal.com/tools/open-ports/] Ten presente que esta prueba la debes realizar poniendo siempre la IP pública, que es la que va a ser accesible desde el exterior.

Por lo general, salvo que tengas contratado un servicio especial, tu dirección IP pública no es estática y varía con el tiempo. Esto se debe a que los proveedores de servicio disponen de un número limitado de direcciones IP y las van reasignando conforme se van empleando.

Para evitar tener que estar constantemente comprobando qué dirección IP tienes [www.cualesmiip.com], existen servicios gratuitos como DynDNS [http://dyn.com/dns/] que te permiten asociar tu IP pública a un nombre preestablecido y de esa forma sólo tener que memorizar ese nombre.