Las castañas nos traen recuerdos a paseos otoñales compartiendo un cucurucho; a tardes invernales de sábado o domingo en el sofá de nuestro hogar con una manta, una película; al olor de las calles cuando pasamos por un puesto donde las venden asadas.
Son sanas, más de la mitad de ellas son agua, apenas tienen calorías, son ricas en proteínas, minerales, hierro, calcio, fibra y en vitamina C. Y con ellas podemos preparar una mascarilla facial que hidrata nuestra piel y la ayudará a combatir y hacer frente a los efectos del frío de esta época del año. Sólo necesitas 10 castañas y miel.
- Cuece las castañas en agua hirviendo, antes de meterlas en el agua realiza un corte en forma de cruz en la castaña, si no lo haces la castaña al cocer puede explotar. Las castañas tardan en cocerse entre 20 a 25 minutos.
- Deja que se enfríen y pela las, quitando la cascara y la piel interior.
- Con la ayuda de un tenedor machaca las hasta conseguir una especie de puré y añade una cucharadita de miel y mezcla.
- Aplica sobre el rostro limpio y aprovecha los 20 minutos que tienes que tenerla en el rostro para relajarte, pon música, enciende velas, disfruta de tu momento de belleza.
- Pasados los 20 minutos retira la mascarilla con agua tibia.