Estos días que hemos estado con viruses por casa y ha venido el frío de golpe, he estado muy ociosa. He cocinado, he diseñado una camiseta monísima a Ares que muy pronto os enseñaré en mi cuenta de Instagram y he hecho alguna que otra manualidad. Admito que no soy muy mañosa y a la que veo algo que me parece complicado, abandono, pero si me resulta fácil, hasta me relaja.
Por eso voy a compartir con vosotras alguna que otra idea por si os inspira y decidís poneros manos a la obra. Esta idea, en concreto, es algo que he visto ya en otros blogs, muy sencilla de hacer y además es muy apropiada para decorar en estas fechas (otoño-invierno), no sólo para Navidad, sino como decoración en una casa o terraza. Se trata de hacer piñas de pino pintadas.
Como mi blog aún no es de DIY, aunque todo se andará, no he hecho fotos de todo el proceso porque mis herramientas tampoco son muy glamurosas y el espacio que empleo aún menos, pero os dejo este enlace donde encontrarás más detalladamente cómo hacer piñas pintadas y además está muy enfocado a hacerlo con niños.
En mi caso, he preferido hacerlo sin Ares porque me parece demasiado pequeño y me da miedo que chupe la pintura. Además de que quiero mantener la dignidad de la mesa de mi comedor durante un tiempito más.
Lo que sí que os puedo mostrar es el resultado final, que no es por nada pero se ven estupendas. Puedes hacerlo con varios colores, eso ya va a gustos. A mí me gustan los tonos pastel: blanco, rosa palo, azul turquesa y si tenéis dorado o plateado también quedan geniales. Yo he utilizado unos restos que tenía por casa de Chalk Paint de color rosa antiguo porque tienen base de agua. Con pintar las puntas es suficiente y ya le da mucho color.
Si os gusta la idea y lo hacéis, ¡¡enseñadme cómo os ha quedado!!