Todo el proceso es muy sencillo y los ingredientes bastante fáciles de conseguir. El único problema que tendremos aquí es que tendremos que tomar algunas precauciones con uno de los productos que vamos a usar y que tendremos que esperar un mes para poder usarlo. Así que lo mejor es hacer una gran cantidad de jabón y así disponer de él para el resto del año.
Los ingredientes a usar son solo tres:
- Aceite usado de cocina (también para jabones de mejor calidad podéis usar aceite de oliva o aceite no usado)
- Sosa caustica
- Agua
Antes de empezar lo mejor es extremar las precauciones, para eso procedemos a usar guantes, para evitar salpicaduras en las
En un bol (NO uséis un bol de aluminio, ya que hace emanar gases tóxicos) echamos un litro de agua, al cual le añadimos 250 gramos de sosa caustica. El orden es muy importante, ya que si lo hacéis al revés, el agua sobre la sosa, esta os puede saltar produciendo quemaduras. Enseguida veréis que la sosa se disuelve y comienza a calentar el agua creando una lejía cáustica, cuando se está echando la sosa es necesario ir removiendo poco a poco la mezcla en la misma dirección para así evitar salpicaduras. La sosa se va a calentar bastante en algunos casos puede llegar a 80 grados, seguimos removiendo hasta que la sosa baje de temperatura, mientras tanto vamos calentando el
Teniendo la mezcla ya espesa, pasamos a verterla a un contenedor o alguna forma. Dejaremos la mezcla reposar durante 24 48 horas y acto seguido la podemos desmoldear, y proceder a cortar según nuestro gusto. En esta parte del proceso seguir llevando guantes, ya que la sosa aún está activa. Dejaremos las pastillas de jabón curarse durante un mes más para que así el efecto de la sosa desaparezca. Pasado este tiempo ya podréis usar el jabón de forma normal.
Si queréis darle color o olor, durante el proceso podréis añadir algunos aceites esenciales o plantas o especies. En este caso he usado un poco de canela, que le da ese color anaranjado, y un olor dulzón.
Las cantidades indicadas aquí han dado suficiente para producir 17 pastillas de jabón. Algunas de ellas las vamos a cortar después de diferentes formas para dar como regalo.
El proceso de “curado” de las pastillas lleva bastante tiempo, pero si tenéis en cuenta que obtenéis una gran cantidad de jabón, con hacerlo una vez cada dos tres años, ya tendréis jabón para un par de años y además para dar como regalo, y todo por menos de 3 euros y si tenéis en cuenta que este jabón se puede usar para hacer otros productos de limpieza, que por regla general son más caros, como detergentes, lavavajillas, etc. El ahorro es muy significativo.