¿Por qué este malestar cada vez que me pongo enferma?Pues desde siempre, cuando me he puesto enferma, incluso desde niña, me he sentido muy culpable. Es un sentimiento que tengo, y que me da por pensar, en que estar enferma significa no poder hacer nada, no cumplir las responsabilidades, no hacer las tareas que debería hacer y sentirme que necesito de alguien, que me cuide.Como podéis ver, o quizás adivinar, es un tema de autoexigencia conmigo misma, el no querer recurrir a nadie para que me cuide, porque siempre he pensado que ni me lo merezco, ni debo pedir ayuda, para que me cuiden.
Pero en esta ocasión, me he puesto muy mala, llevo arrastrando esta laringitis desde hace 15 días, que me empezó a molestar la garganta. Y hace diez, empecé a tener muchas molestias, de tal manera, que ni siquiera podía hablar con normalidad. Encima el miércoles pasado, tuve que dar una charlilla en el jardín a un grupito de gente y pensé que me moría. Pero lo hice, porque no podía dejar de trabajar a pesar de mi laringitis.
El caso es que desde que nació Lola, los virus y bacterias nos han visitado, mi marido se ha puesto muy mal y yo menos, pero sí que hemos notado que en comparación a cómo lo pasa ella, nosotros nos hemos puesto malísimos, de estar hechos unas piltrafas.
Pero es que creo que nuestro problema y en el mío particular, es que me he descuidado, mucho. Con esto me refiero, a que por delante de mi, está mi hija, mi trabajo, mi marido y mi casa. Que no tengo tiempo para cuidarme, para comer en condiciones, para tener un ratito para mi y todo esto ha hecho que mis defensas estén flojas y me haya puesto muy mala.
Además durante estos 15 días, debería haberme tomado con más calma las cosas, debería haber pedido ayuda y no lo he hecho, he intentado "tirar del carro" (como dicen en mi familia) y ya no lo he resistido más.Así que me encuentro en casa, intentando recuperarme y reflexionando sobre esto.
A veces he tenido que cuidar a Lola, con una gastroenteritis, o como estos días con un dolor de garganta espantoso, hacer todas las tareas como si nada pasara. Pero la próxima vez, iré al médico antes y desde luego me tomaré mi reposo correspondiente. Esto no puede seguir así.
De todas formas, cuando me pongo enferma, y tengo que seguir haciendo la vida normal, es decir, cuidar de Lola, es cuando echo de menos, cuando vivía con mis padres y podía aislarme para poder recuperarme.
A veces me he visto en la situación de tener una gastroenteritis y en plena visita al baño, mi hija acompañarme. Ella no entiende eso de la intimidad, o que cuando me encuentro con fiebre y no estoy bien, ella quiere la misma juerga que cuando estoy completamente sana. Esto lo llevo fatal.
Y en este fin de semana que ya no podía más, mis padres me ofrecieron una ayuda que me ha venido bien. Se llevaron a Lola el viernes y mañana la dejaran en la escuela infantil, así que me siento más liberada y con un poco de espacio y tiempo para mi sola.
Dicen eso de los superpoderes de madre, estos días los he perdido, lo reconozco.