Día trescientos cinco
He visto danzar el aire. Sin evocaciones ni engaños literarios. No cabe el lirismo al otro lado de la frontera. Detrás de esa delgada línea donde tú y yo somos otros. Los acordes de la música no nos apaciguan. Luego, tu mano, dejada caer con distraído instinto, en la rodilla. El humo te rodea y un rayo destella en la vertical de tu mirada.
JUAN GRACIA ARMENDÁRIZ De su libro PIEL ROJA (Demipage, 2012)