La culpabilidad- ese sentimiento extraño que sucede al acto de comerse una barra entera de chocolate- me invade.
No me he comido una barra, pero vamos que después de ingerir en estas minivacaciones pan tumacat con serrano, patatas alioli, arroz caldoso y crema catalana a tutti plein me hubiese salido mas rentable en términos calóricos comerme una barrita de na’. Estos catalanes tienen fama de agarrados, pero oiga con las calorías son mas que dadivosos que no le quepa duda.
Bueno como le iba diciendo, no me siento culpable por la resaca hipercalórica que tengo, al grado que e s c r i b o m u u y l e e n t o o o si no por que me siento sucia.
Hoy he pagado por amor.
Echaba de menos al Semenator y uno tiene sus necesidades oiga… así que puse mis manos en las teclas- nunca mejor dicho- y comencé la búsqueda de amor digital.
Primero por el móvll, pero la imagen es muy pequeñita y la vista ya no me da para enamorarme tan fácilmente con imágenes de poca calidad. Cogi el Ipad y eso de que sea digital le suma muchos puntos. Nada. No hubo éxito. Le pedí el ordenata al sobrino puberto y menuda sorpresa- solo abrirlo fue toparme con un fondo de pantalla digno de aplausos: una delantera mejor que la de Messi…tiene quince años qué esperaba yo. Eso si me dijo que era una buena chica por que se podía observar que apoyaba las causas difíciles con ONG’s. Menos mal. He aquí el pantallazo (me tome la licencia de cortar la imagen del abdomen pues era inapropiado para madres postparturientas).
Al punto, no conseguí nada de nada. No podía desfogar mi necesidad primaria.
Una llamada solucionaba todo:
- Perdone, mire estoy necesitada, me hace falta un poco de amor, ¿podría ayudarme?
- Buenas noches, gracias por llamar a la recepción de un hotel mega pijo en la Barceloneta, por supuesto que podría ayudarle. Si lo que busca es compañia, amor, cariño: vamos ver a su marido por Skype y BLOGGEAR -no sea falsa- por una módica cantidad de 25 euros puede hacerlo usted.
- ¡Ah vaya! gracias por la ayuda, 25 eurazos por tener una conexión wifi. Oiga si quiere se lo digo en castellano -güifi-y así se da cuenta que soy de aquí para que no me vea la cara de turista y me de la clave gratis de huésped.
- Bueno si le sirve, puede usted bajar al lobby y tiene conexión gratis.
-Ciertamente más incómodo, pero me quedo con esta opción. Estamos en crisis y si hay que moverse para trabajar-todo sea por salir de las filas del ejército del paro, pues se hace. Además, en mi curriculum he puesto el que estoy dispuesta a trasladarme de ubicación así que bajemos pues.
-Perfecto, Sra. Desmadre, solo le comunico que la conexión del lobby es por una hora.
Si uno cree que una hora de conexión da pa’ algo vive en un error. Saltarse un desayuno buffet de esos que molan, que le recuerdan a uno las delicias sibaritas de la gran ciudad- eso de tomar dim sum y salmón ahumado con las papilas gustativas vírgenes justo al despertar es toda una sensación inolvidable-menos mal que me la salte; pero aun así una hora solo dio pa revisar un timeline de twitter, escribir un post con faltas de ortografía- Bridget no se escribe Bridgitte, y poco más.
Asi que después de estar lejos del hogar y de una conexión gratuita- bueno haciendo la cuenta tampoco es gratis pero es MI TESORO-uno sucumbe a pagar.
Me quede sin shopping, sin desayuno y sin cena.
Pague por amor…por Skypear con el padre de la criatura y que se dieran su besito de las buenas noches, por conseguir ponerme al día en los correos y por que estoy viciada.
25 euros.
¿Soy yo o me han dado…?..digo la clave bien dada por que ni enchufada logre que fuera gratis.
La lección del día es que hay conexión gratis, el wifi y la conexión: