Autora: Laia Soler
Año: 2015
Género: Novela juvenil
Editorial: Plataforma Neo
Páginas: 358
¿Puede estar tu hogar a miles de kilómetros de casa? Ver la vida en blanco y negro no es divertido. Laura padece una extraña enfermedad que le impide apreciar los colores, pero si últimamente su vida es gris no es solo porque sufre acromatopsia. Acaba de romper con su novio y sus padres no dejan de pelearse tras el divorcio. Por eso, decide alejarse de todo y toma el primer avión que sale del aeropuerto.
El destino la lleva hasta Reikiavik, Islandia. Allí conoce al simpático Orri, quien le propone emprender un viaje para recorrer el país con él y su no tan simpático amigo Guðjon. Quizá no sea una idea sensata, pero no es que Islandia ofrezca muchas opciones a una chica que se ha escapado de casa. Lo que Laura nunca podría sospechar es que los dos islandeses esconden un secreto imposible de creer, incluso para alguien como ella, y que ese viaje la cambiará para siempre.
Opinión:
Desde que vi la preciosa portada y el precioso título de este libro supe que lo quería leer. Sé que no hay que dejarse influenciar por esos aspectos, pero ante esos colores de aurora boreal y ese título tan original, no pude evitarlo. Es más, me embarqué a la lectura de la novela sin ni si quiera haber leído la sinopsis, por lo que iba sin una idea preconcebida sobre lo que me iba a encontrar, más allá de un par de puntuaciones vistas en Goodreads. Y creo que eso ha sido un acierto.
La novela nos presenta a una Laura en el aeropuerto, dispuesta a dejar atrás las disputas entre su padre y su madre después de su separación improvisando un viaje a un lugar todavía por decidir. A ello se suma también la falta de autoestima y de confianza en sí misma después de una complicada relación amorosa. Pequeños detalles hacen que su destino escogido sea Islandia, donde conocerá a un divertido joven, Orri, que le propone un viaje en coche para recorrer la isla junto a su amigo Guðjon, no tan risueño. Aun sabiendo que es algo precipitado, acepta la oferta y se embarca en una inesperada aventura.
"Si yo no podía elegir, tenía que cederle las riendas de mi futuro al azar".
Heima es hogar en islandés es una novela de lectura rápida, estructurada en tres partes. La escritura de Laia es muy directa y amena, muy personal, por lo que es fácil perderse entre sus páginas y sin apenas darte cuenta terminar el libro. Está plagado de descripciones, por lo que nos permite hacernos una idea de cómo son los diferentes parajes islandeses. La verdad es que el libro rebosa amor por Islandia, y se nota que la escritora quedó fascinada por esta ciudad. Es más, logra transmitir ese cariño que siente por la isla, y al menos a mí me ha hecho querer visitar Islandia en un futuro.
El único problema que he encontrado con la narración ha sido que la primera parte se me ha hecho bastante aburrida, no veía a dónde quería llegar la autora y me parecía un simple viaje en carretera del que no podía sacar muchas cosas. Pero poco a poco el ritmo de la novela va cambiandoy al final ese lento inicio queda como una simple anécdota.
La trama está bien construida, y si bien al principio parece bastante sencilla, a medida que transcurre la historia se va haciendo más compleja. Se introducen elementos fantásticos que en un principio me chocaron, pues no los esperaba, pero pronto me acostumbré a ellos y casaron perfectamente con la historia. Incluye mitología, de la que a mí siempre me gusta aprender. No resulta muy lineal, y sobre el tercio final de la novela se incluye un giro completamente inesperado que cambia todo.
"El mundo sería un lugar mucho mejor si dejáramos de atarnos tanto a la lógica y nos permitiéramos creer un poco más en lo que no vemos. Quizás el mundo nos esconde sus maravillas simplemente porque no creemos en él".Los personajes me han resultado bastante interesantes, porque todos tenían una historia detrás que, en mayor o menor medida, justificaban sus accioens. Tengo que reconocer que la protagonista no me ha resultado demasiado simpática. La verdad es que muchas veces sus actitudes me han parecido bastante egoístas. Sí, ha tenido problemas, una ruptura complicada, problemas con la separación de los padres... Pero no justifica que en muchos momentos tendría que haber pensado más en los demás. En cuanto a Orri, me ha encandilado. Sin duda alguna mi personaje favorito de toda la historia; la alegría, fuerza y positividad que transmite me han ganado. John -como Laura llama a Guðjon por no poder pronunciar su nombre- no ha terminado de convencerme, no sé del todo por qué. Quizá por su seriedad y su aparente antipatía, aunque con el transcurso de la novela va evolucionando y se revela el porqué de su comportamiento.
Es una novela en la que puedes encontrar un poco de todo; algo de amor, algo de magia, algo de aventura.... Y sobre todo, mucho de amistad. Para mí lo más importante de este libro no es el romance, es la amistad pura y dura. Las relaciones que se crean como consecuencia de pasar 24 horas al día con dos personas que no conoces de nada. Los hilos que poco a poco se van formando para pasar de extraños a amigos. Es algo que me ha parecido precioso.
El final me ha gustado, deja una sensación de amargura y de tristeza, pero también de esperanza. Me ha gustado cómo escribe Laia, y pronto le daré una oportunidad a su primera novela, Los días que nos separan, del que también he escuchado buenas críticas. La explicación al porqué de Heima, que no desvelaré aquí porque creo que es algo que merece la pena leer, precioso. En definitiva, es una novela ligera, de rápida lectura, que incluye bastantes enseñanzas y valores que los personajes van aprendiendo a lo largo de la novela.
"Si algo había aprendido durante aquellos últimos días es que no se puede confiar en el tiempo, porque nunca sabes cuándo va a quedarse vacío tu reloj de arena".
Puntuación: