Combinan bien la dulzura de las fresas maduras con la acidez y el sabor único del tuno indio. Su textura es suave y refrescante deleitará tus sentidos. Un postre que te invita a explorar nuevos horizontes gustativos.
INGREDIENTES
1 yema de huevo L
100 g de leche
50+50 g de azúcar
1 cucharada de miel
200 g de nata 35% mg
350 g de fresas
40 g de polvo de tuno indio
PREPARACIÓN
Primero hacemos una crema inglesa: en un cazo ponemos la yema, la leche, 50 g azúcar y la miel. Llevamos a fuego medio y sin dejar de remover esperamos hasta que alcance los 82ºC o hasta que la cuchara se cubra de la crema, pasemos el dedo por el medio y si no se juntan ambas partes, ya está. No debe hervir.
Dejamos enfriar completamente en la nevera.
Las fresas las ponemos lavadas y trocadas en un cazo con 50 g de azúcar, llevamos a ebullición, removiendo constantemente. Dejamos unos minutos a que se haga como una mermelada, las batimos con una batidora eléctrica, colamos si se desea.
Le incorporamos los polvos de tuno indio, integramos y dejamos enfriar en la nevera. De un día para otro.
Montamos la nata, la mezclamos con movimientos envolventes con la crema inglesa ya fría. Incorporamos la mermelada de fresas y el tuno indio.
Vertemos al recipiente para congelar y llevamos al congelador.
Cuando hayan transcurrido unos 30 minutos, sacamos del congelador y con un tenedor batimos para romper los cristales de hielo. Llevamos de nuevo al congelador.
Esta operación la repetiremos unas dos veces más o hasta que veamos que el helado está cremoso.
Antes de consumir dejarlo a temperatura ambiente 10 minutos.
Mi libro Apetitosas razones