Helado de Mole Poblano ( helado de Chocolate Picante)

Por Sonsoles
Son muchos los que afirman que  la Luna es una mujer, esposa o hermana del Sol. Sin embargo, la Luna de Babilonia era un dios llamado Sin, que navegaba a través del cielo en un barco, y el dios japonés de la Luna, Suki-Yoki, se manifiesta como un conejo en el “rostro” de la Luna. A la diosa de la Luna los romanos la llamaban Luna y los griegos Selene, hermana de Helio, el Sol. Cada tarde se bañaba en el océano y luego atravesaba el cielo en un carro de plata. Selene tiene especial predilección por los amantes, y muchas noches acaricia a su propio amante dormido, Endimión, con sus suaves rayos. Endimión era un pastor del que una noche se enamoró la diosa que herida de su amor, bajó a la tierra a besarle y vertió en sus ojos un sueño eterno para que nadie se enterase. También Cheng O, la diosa Luna de los chino, es una mujer joven y hermosa. Le robó a su marido el elixir de la inmortalidad, voló a la Luna y vive allí  en un  palacio. Otra diosa que escogió la Luna como refugio es Hina, la diosa polinesia de la vida y la muerte. Se retiró allí cuando terminó sus tareas cósmicas en la tierra, y ahora se pasa el tiempo haciendo tapa (tela sin tejer) con la corteza de un gran baniano. Las estrellas que brillan sobre Rusia son hijas del Sol y la Luna. En algunas partes de África, la luna tuvo en otros tiempos una cara inmaculada, hasta que su esposo el Sol la salpicó de barro. En otras regiones hubo antes dos soles, hasta que uno de ellos, la esposa, se lavó en un río quedando blanca. La Luna, como todas las mujeres hermosas e inteligentes, tiene una personalidad polifacética. Cambia un poco  cada día, y periódicamente emprende largos viajes. En la nación algonquina de Norteamérica desaparece cada mes para ir a buscar al Sol  y hacerle volver de sus partidas de caza; y en algunas regiones de Australia se cansa de hacer el amor con su compañero y se marcha a recuperarse con algunos días de descanso. Pero en conjunto, la Luna es más constante que el Sol, que unas veces es frío y otras caliente, mientras que ella nos sonríe por igual en invierno y en verano. Y seguro que tu también sonreirás cuando pruebes:
HELADO DE MOLE POBLANO O HELADO DE CHOCOLATE PICANTE

Un helado donde el frío de la preparación contrasta con el “calor” del picante de sus ingredientes y la amarga dulzura del cacao.
Ingredientes:½ l de leche entera.1 vaina de vainilla.4 yemas.125 grs de azúcar.4 c.s de mole poblano (aquí) 
Elaboración: Ponemos a hervir la leche con la vaina de vainilla y el azúcar unos minutos. Fuera del fuego retiramos la vaina de vainilla y le extraemos las semillas que incorporamos a la leche azucarada. Añadimos las yemas, mezclamos todo muy bien y volvemos a calentar al fuego un par de minutos. Añadimos el mole trituramos todo bien y lo pasamos a la heladora. (seguimos las instrucciones del fabricante para hacer nuestro helado).

Nota: este es un helado muy especial, dulce y picante a la vez lo puedes servir al principio de una comida o acompañando una tabla de quesos suaves, con los que combina de mil maravillas, o como postre. No te dejará indiferente.