Helmintos – Vampiros del intestino

Por David355

No he olvidado ni mucho menos a mis queridos bichitos. Esta vez hablaremos de parásitos, y en especial de los helmintos. Los helmintos son gusanos que infestan al ser humano y a muchos animales. Su única manera de sobrevivir es alcanzando un huésped adecuado que le permita reproducirse y alimentarse.

A diferencia de los hongos y las bacterias, que muchos de ellos habitan de manera natural en nuestro organismo, los helmintos o gusanos del intestino solamente pueden entrar a nuestro cuerpo a través de la piel o la boca. Algunos helmintos conocidos son la tenia y la famosa lombriz de tierra, que de pequeñitos nuestros abuelos nos advertían de ella, cuando jugabamos en la arena del parque.

¿Como nos invaden los helmintos?

Estos gusanos tan interesantes destacan por su cosmopolita adaptación al medio ambiente, ya que necesitan un medio rico en agua, sales minerales y materia orgánica, como por ejemplo el campo o la tierra. Una vez implantados en el suelo, sólo tienen que esperar a que un pobre perrito o un niño se pongan a jugar en él para aprovechar la oportunidad de invadirlos. Evidentemente tendrán que darse luego una serie de factores para que su asentamiento tenga éxito.

Los helmintos rara vez causan una parasitosis importante, pues para que suceda tal situación el huésped debe presentar algunas características facilitadoras, como puede ser una inmunosupresión, desnutrición o una sobreexposición a las larvas del gusano. Estas condiciones sólo se encuentran con normalidad en países subdesarrollados y subtropicales, que son mucho más susceptibles a albergar parásitos de esta índole. Como en el caso de hongos como Aspergillus, el oportunismo es su arma de supervivencia.

¿Qué hacen cuando están dentro de nosotros?

Prestad atención a lo que vamos a poner ahora, porque es lo más interesante del artículo. Estos pequeños parásitos tienen muy pocas posibilidades de vivir en nuestro organismo, (podríamos decir que de cada 100 mil invasiones, sólo una es exitosa) pues saben perfectamente que tienen que lidiar con los jugos gástricos, las células blancas, el peristaltismo intestinal... por lo que utilizan una serie de mecanismos para combatir nuestras murallas defensivas.

Los helmintos se caracterizan por llevar a cabo el famoso ciclo de Loos. Este término tan raro, que vamos a explicar ahora, consiste para que nos entendamos, en viajar constantemente por nuestro cuerpo.

Los helmintos, suelen habitar la parte alta del intestino delgado, pero para habitarla necesitan defenderse del ataque de enzimas y evitar el peristaltismo intestinal, que los arrastraría hasta el exterior a través de las heces, cosa que no les interesa.

Para neutralizar las enzimas digestivas, liberan unas proteínas de carácter enzimático también, llamadas ascaridasas, que impiden la acción de las pepsinas y las tripsinas. Este mecanismo es muy común en helmintos como la Áscaris. Para no ser arrastrados al intestino grueso, lo que hacen es roer las paredes del epitelio del intestino, inactivando mediante la acción de proteasas, la función de los mastocitos (células del tejido conjuntivo que almacenan histamina y evitan el paso de antígenos a la sangre) dónde a través de la circulación sanguínea viajan hasta el hígado. Desde el hígado siguen viajando por el sistema circulatorio, mientras chupan nuestra sangre, rica en glucosa y nutrientes, hasta los pulmones, donde maduran a una fase más adulta. En los pulmones atraviesan todo el plexo alveolar y pulmonar hasta llegar a la faringe, dónde son deglutidos nuevamente hasta llegar al intestino. Cuando llegan al intestino, depositan larvas que quedan impregnadas en él, para posteriormente, gran cantidad de éstas sean expulsadas (mediante peristaltismo) hasta el exterior por las heces.

El gusano adulto sigue repitiendo el ciclo de Loos para no ser eliminado, dependiendo de las veces que se repita este ciclo, los síntomas pueden ser cada vez más graves, pues al principio el huésped no se cerciora de que está infectado por un helminto.

Después de haber contado todo ésto, podemos imaginarnos las consecuencias. Anemia ferropénica, por las pérdidas de sangre, inflamación y mucosidad en la zona de los pulmones, oclusiones intestinales, mala absorción de nutrientes por competencia interna con el parásito...

Como evitar ser atacados por los helmintos

No es necesario preocuparse ni lo más mínimo, pues las posibilidades de sufrir una parasitosis por helmintos, es muy remota y para que de lugar, el huésped debe tener cierta predisposición. Algo parecido a lo que pasa con las micosis. Antiguamente era más habitual que se presentasen casos de este tipo, debido a la falta de higiene, la escasez de alimentos y la ineficacia de los métodos terapéuticos investigados hasta esa fecha.

Actualmente por fortuna, el tratamiento médico con antihelmínticos es realmente eficaz, eliminando a los parásitos en cuestión de semanas. Los antihelmínticos tienen funciones inhibidoras del metabolismo de estos parásitos, haciendo que se mueran de hambre o sean expulsados.

Tratamiento natural contra helmintos

Para estos parásitos si os digo la verdad, no sería tan holístico como en el caso de hongos o bacterias, que requieren un acercamiento mucho más global. Prefiero y aconsejo utilizar el tratamiento alopático, que para estos casos es el mejor. Algunas plantas, tomadas en infusión, como artemisa o tanaceto, han demostrado tener propiedades antihelmínticas, pero evidentemente trabajan en materia de prevención.

Es importante, lavarnos bien las manos si hemos estado en contacto con la tierra o trabajando en el campo, ya que son lugares donde se encuentran más larvas de helmintos, cosa extraña en zonas templadas como la nuestra.

Las verduras deben presentarse en la mesa bien lavadas o cocinadas. Yo siempre aconsejo consumirlas crudas, a pesar de las afirmaciones de esos premonitores del mal, que enloquecen al ver a alguien consumir verdura cruda, por temor a ser infectados por algún bicho. Recordad también que el parásito debe superar muchas barreras hasta colonizarnos.

Espero que os haya resultado interesante. Si queréis ampliar información sobre los helmintos, que en próximos artículos comentaré alguno más, podéis encontrarla aquí abajo.

http://www.fmed.uba.ar/depto/microbiologia/Seminario%206%20-%20Helmintos%20Intestinales_web-color.pdf

http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/ascariosis.html

¡A seguid san@s no lo olvidéis!