Henri, entre el sueño y la pesadilla

Publicado el 10 marzo 2018 por Jmartoranoster
Carola Chávez

Eileen Padrón

Ha pasado un tiempito desde el sonado rescate de la Betancourt , la hemos visto dar conferencias, declaraciones, charlas, entrevistas, ha asistido a festivales por la Paz y nunca la escuche alabando al Presidente Chávez como lo hizo ahora. Hagamos memoria y precisamente el mismo día del rescate-show, me imagino, aturdida por la emoción, los flashes, ,el bombardeo mediático, solo alcanzó a darle las gracias a Chávez con un detallito que por lo menos yo no olvido … “GRACIAS AL PESIDENTE CHÁVEZ POR EL ESFUERZO Y COLABORACIÓN Y QUE SIGA MEDIANDO …PERO DEJE QUE LOS COLOMBIANOS RESUELVAN SUS PROPIOS PROBLEMAS YA QUE HABIAN ELEGIDO A URIBE PRESIDENTE Y NO A LAS FARC…palabras mas, palabras menos, lo cierto es que después de tantos meses, la susodicha viene y dice “que quería agradecer personalmente a Chávez y darle un beso”, amén de otras cosas bien merecidas a nuestro mandatario , ésto no lo dudo porque su señora madre leyó una carta que le envió en cautiverio el año pasado dónde decía exactamente lo mismo, pero lo inexplicable es que después de ser el Presidente Chávez responsable de las liberaciones anteriores jugándose a Rosalinda, porque hasta las relaciones con el hermano país estuvieron a punto de romperse, por la supuesta “intromisión del gobierno venezolano” y que a 5 meses venga Ingrid a Venezuela y diga esas cositas tan tiernas…, me perdonan pero no le creo. Tampoco una se explica, cómo después de la invasión y posterior masacre en Ecuador donde muriera Raúl Reyes y demás compañeros, en unas declaraciones haya justificado el ataque sin haberse dignado por lo menos a indagar o a escuchar al Presidente Correa primero, conociendo como “operan” sus Fuerzas Armadas. Sin ánimo de ser fanática chavista, me duele las injusticias contra el comandante, a mi juicio, debió ser el primer país que visitara después de su recuperación, pero estaba demasiado ocupada con su “agenda diplomática”. Personalmente creo más en la labor que realiza paralelamente Clara, Consuelo y los demás liberados, de bajo perfil, sin alardes, lástima que no le den tribuna. Me alegra que todos los mandatarios hayan recibido a Ingrid y la apoyen en esta gestión, esta cruzada que hizo por varios países latinoamericanos, ratificó el compromiso moral que tenía con nuestro comandante, ya que si bien algunos mandatarios como Evo, Néstor y Cristina Kirchner, Lula, Tabaré , Correa, entre otros, estuvieron muy pendientes del Canje humanitario, saben que “el papá de los helados” o sea, Hugo Chávez, se responsabilizó de lo que pudiera pasar en las operaciones para tal fin, utilizando su mejor estrategia para comunicarse con las FARC y que la entrega de los secuestrados se hiciese sin nada que lamentar, limpiamente y sin engaños, aún cuando las FARC sabían que no era ningún canje, ellos cumplían pero el gobierno colombiano no. Sinceramente pienso que Ingrid sabía lo de su rescate y sabía que se violarían algunos acuerdos internacionales (Cruz Roja), ella era la “joya” de la corona, y no podía haber errores. Igualmente cuando escucho a Ingrid hablar de Chávez hoy día, siento un profundo orgullo y cada día mas convencida que lo necesitamos por muchos años mas, tanto nosotros como ellos. Por eso pienso que hasta la comunidad internacional nos ayudará a recoger las firmas para la enmienda constitucional y gritarán ¡ Uh Ih Chávez no se debe ir !
eilpadron@yahoo.com

Eileen “Toda obra, cualquiera que sea, literaria, política, científica, debe estar respaldada por una conducta.”
Miguel Angel Asturias
Sintoniza: RNV 880AM Lunes y Miércoles “Asi de Sencillo” 5:pm a 6 pm

" data-orig-size="" data-image-title="INGRID, YO NO OLVIDO ." data-orig-file="" data-image-meta="[]" width="570" data-medium-file="" data-permalink="https://juanmartorano.wordpress.com/2008/12/11/ingrid-yo-no-olvido/" alt="henri_falcon_afp_0" height="380" class=" wp-image-2871 aligncenter" data-large-file="" /> Entonces Henri Falcón se inscribió. Su momento soñado. El muchacho que fue, por un ratico, alcalde de la ¡chusma, chusma, chusma, pfff! chavista, y de ahí, pensando: “si Chávez pudo por qué no yo”, hizo justamente lo que Chávez jamás haría, y saltó la talanquera para caer de platanazo en el campo minado de la sifrinocracia, donde lo adoptaron de mala gana, “porque el negrito parejero gana en Lara, así que tenemos que calárnoslo hasta que no tengamos que calárnoslo más”. Allá, en el lado del sifrinaje, Henri intentaba adornarse, a ver si encajaba, y empezó a hablar despacio, pronunciando todas y cada una de las eses que se le atravesaban, sin dejar una sola sílaba chucuta. Así creía Henri que hablaban los ricos, mientras la sifrina dirigencia de opositora, paradójicamente, copiaba de El Conde de El Guácharo sus maneras, para ver si de ese modo su discurso vacío “subía cerro” y calaba en quienes tienen “el rancho en la cabeza”. Henri, como cucaracha en baile de gallinas, vio la luz en las encuestas que hablaban de un tercio de población Ni-Ni, o sea, ni de allá, ni de aquí. “¡Ese soy yo!” -exclamó con cara de tercera opción y empezó a patinar en el charquito del “ni una cosa, ni la otra, sino todo lo contrario” y del nefasto “de lado y lado” muletilla favorita de los cobardes y los falaces. Que si una turba de violentos encapuchados secuestran una gandola de gasolina de PDVSA y amenazan con hacerla estallar en medio de una calle poblada, Henri sale rapidito a condenar el secuestro y a responsabilizar, a la vez, al gobierno chavista por “cualquier cosa que pueda ocurrir” -si la amenaza de los terroristas se hiciera realidad-. Que si los Estados Unidos ataca a Venezuela con sanciones económicas y amenaza con una intervención militar, Henri, rapidito condena la intervención gringa, pero no las sanciones, que profundizan la guerra económica que Henri también niega, porque todo es culpa del chavismo, que bla, bla, bla, bla… -dice hecho todo un “doño” cacerolero de El Cafetal. Fingiendo mal no ser ni chicha ni limonada, le bastaba abrir la boca para mostrar sus costuras capitalistas. Aunque nunca con tan poco pudor, como cuando, recientemente, le pidió, a Lorenzo Mendoza que se lanzara a la presidencia, en lo que pareció más a un intento de averiguar si Lorenzo quería o no, no fuera a ser que la candidatura de Henri le pisara los callos a su jefecito de Polar. Despejada la duda, Henri se lanzó, como se lanza Henri, como todo lo que hace, en un que sí, pero no, que aquí me inscribo, pero mosca y me retiro, y ahí se lanza a mezclar el discurso de la MUD abstencionista con sus propios matices falconeros: que si el “CNE es tramposo, pero con este CNE o uno peor ganamos las parlamentarias en 2015”, que las condiciones no están dadas, que no hay garantías, que exijo observadores -que ya el CNE invitó, por cierto, pero Henri los exige para que parezca que no quiere el CNE que haya garantías; un discurso pa’lante y pa’trás, como para evitar cortocircuitos caceroleros, intentando calar en una oposición cansada de batuqueos, de mentiras, de falsas ilusiones, cansada de una dirigencia que los usó como papel toilet para servir fines ajenos, con el cuentico de la libertad, y tal. Aportando Henri “su granito de arena” en la locura antichavista, cantando fraude adelantado a la vez busca que la gente salga y vote por él. Henri que se moja hasta la cintura, la MUD que lo expulsa de sus filas, porque “dentro de la unidad todo y fuera nada”, aunque la nada es precisamente eso que se llamó Unidad y que hoy es un reguero pedacitos rotos en más pedacitos. Se debate Henri entre su candidatura soñada y la MUD; entre la inmensa mayoría de los venezolanos que queremos ir a elecciones, entre la oposición de base que quiere una dirigencia real, y los cuatro gatos necrófilos que quieren para Venezuela un escenario tan espantoso que lo tienen que maquillar con metáforas gastadas, con coletillas “humanitarias” para ver si caemos -muertos- por inocentes. En esta historia, en la que hemos visto ya al motor arrechísimo pistonear enchumbado, al “Mandela venezolano“ y a su Heidi consorte, recibiendo de los suyos el odio que sembraron, al El Tigre teniéndole miedo al cuero, a la Unidad hecha añicos, a los gringos vueltos locos y a los caceroleros queriendo votar; veremos si Henri Falcón tiene la valentía y claridad política que se necesita o si acabará en el barranco del desprecio y el olvido opositor junto quienes hoy lo quieren obligar a renunciar. Ya veremos… Anuncios &b; &b;