El guión de Spike Jonze se basa en dos géneros diferentes que han sido trenzados con maestría, dotando a la historia de dos puntos de vista bien definidos y los cuales serán bien recibidos por un amplio rango de espectadores. Podemos definir esta producción como un drama romántico y de ciencia ficción por todos los factores que convergen en ella, desde el guión hasta la interpretación, pasando por la ambientación, así como por la tecnología que aparece presente durante toda la película.
Her nos relata la historia de Theodore, al cuál le resulta complicado relacionarse con los demás y mostrar sus sentimientos, lo que le obliga a divorciarse de su mujer. Tras adquirir un sistema operativo basado en un modelo de inteligencia artificial e interactuar con él tal y como lo haría con una persona, se enamora, lo que le lleva a un dilema moral y personal sobre los sentimientos que se pueden procesar hacia una inteligencia artificial capaz de expresar emociones.
como lo fuera la de
De igual forma analiza la necesidad de comunicación y de relación del ser humano. Todos necesitamos compartir nuestras vivencias con otras personas y es algo que se refleja muy bien en cada personaje. Theodore busca durante toda la película alguien con quien compartir su vida, alguien a quien amar y por quien ser amado. Y tras varios intentos fallidos, tanto por su parte como por parte de las personas con las que intenta relacionarse, encuentra en la inteligencia artificial a esa compañera perfecta. Por otra parte, Samantha, al darse cuenta de sus posibilidades, también siente esa necesidad de relacionarse con otros.
Sólo al final, Theodore comprende que podrá tener una relación completa, con sus ventajas e inconvenientes, con una persona.
Por supuesto se pueden sacar más lecturas de esta compleja historia. Como la evolución desbocada en la que se encuentra la tecnología, a la que sucumbimos sin remedio. ¿Realmente podremos soportar avances tan desmesurados? ¿Estamos preparados para recibir tales bienes?
Esta producción también nos obliga a preguntarnos si es ético crear sistemas operativos, y no digamos ya robots, con capacidades tan avanzadas y tan semejantes a las humanas. ¿Realmente es necesario? La tecnología avanza sin límites.
Transmite con los planos los estados de ánimo por los que pasa Theodore, la situación en la que se encuentra. Incluso consigue crear planos y contraplanos en las conversaciones que mantiene él con Samantha. El empleo de primeros planos desde el teléfono móvil a modo de planos subjetivos de Samantha nos acerca a la visión que tiene el sistema operativo del mundo, considero que esta parte está muy lograda. Y es que mediante la realización, Jonze consigue incluir a Samantha como un personaje más.
Por otra parte, la estética usada, los colores y matices, aportan vistosidad a cada plano, llegando a transmitirnos con más firmeza los sentimientos mostrados por las acciones de los personajes o sus expresiones.
El uso de flashback está muy presente a lo largo de toda la película. Su uso es más que justificado y para nada interrumpe la trama principal sino que la complementa, mostrándonos cómo era Theodore y el motivo por el que llega a ese punto.
Todo esto se ve bien acompañado por la ambientación, la cuál apoya de forma considerable el discurso del realizador, así como la propia historia. En Her podemos ver un futuro cercano en el que las nuevas tecnologías están muy presentes en todos los sentidos, pero observamos un futuro posible, sin excentricidades. No vemos coches voladores ni edificios flotantes, es un mundo cercano en el que apenas se han dado cambios. Esto se puede interpretar de una forma simple. La producción da a entender que nuestra civilización se dirige con rumbo fijo hacia ese momento y que ocurrirá antes de lo que podría parecer. Y el claro ejemplo es que ya hay varias empresas dedicadas a investigar sobre cómo lograr una inteligencia artificial avanzada capaz de expresarse como una persona.
La banda sonora y efectos de sonido son otro de los puntos fuertes de esta producción. Y es que se emplea con un fin muy interesante. La música, presente durante toda la película, sirve como nexo de unión entre Theodore y Samantha, para crear momentos y acompañar otros. Además, los efectos de sonido son bien usados para indicarnos cuándo comenzará algo, en un momento dado, o cuando acabará. Algo muy necesario cuando sólo es visible una de las partes de una conversación.
También resulta llamativa la voz de Samantha respecto a otros dispositivos o sistemas operativos, la cuál es más humana (con la voz de Scarlett Johansson). Esto llega a desconcertar aún más a Theodore, ya que en cierto momento se replantea que esté bien mantener una relación con un sistema operativo debido a las onomatopeyas que emite Samantha sin necesidad alguna.
Otro elemento a tener en cuenta son los silencios. Tan necesarios a lo largo de la película como desconcertantes en algunos momentos. Sirven para potenciar sentimientos o dar pausa en momentos de mayor frenetismo.
Joaquin Phoenix vuelve a dejarnos boquiabiertos con un personaje al que sólo él podría dar vida. Es uno de esos actores carismáticos capaces de crear personajes únicos a los que aporta lo necesario para convertirlos en los pilares fundamentales de una producción. Ya lo hizo con Gladiator de Ridley Scott o en Two Lovers de James Gray. Phoenix asume con gran talento el rol de ser el personaje sobre el que cae el peso de toda la producción en Her. Él debe ser el reflejo de todos los sentimientos que aparecen en la película, sobre él recae la responsabilidad de transmitir al público una relación de pareja en la que sólo vemos una parte. Y lo hace verdaderamente bien, consiguiendo que nos olvidemos de todo para centrarnos en los sentimientos de Theodore.
Al otro extremo de esta rara relación tenemos a Samantha, a la que pone voz Scarlett Johansson. Un papel complicado de interpretar, un doblaje, más bien, con el que Johansson ha moldeado a un personaje que en ocasiones parecía aparecer en pantalla. No tener cuerpo físico no impide a Samantha estar muy presente en todo momento. Es un personaje complejo que evoluciona a lo largo de la película, el cuál se va descubriendo a si mismo y se plantea cosas imposibles para un sistema operativo. Gracias a los efectos, al doblaje y a unos diálogos más que interesantes entre ella y Theodore, Samantha es un personaje en toda regla.
Y en este extraño triángulo amoroso aparece Catherine, la exmujer de Theodore, interpretada por Rooney Mara. Un personaje aparentemente obviable pero necesario que da sentido al conjunto. Ella representa todo lo que busca Thedore pero con lo que no puede convivir.
No podemos olvidar las aportaciones a la producción de Olivia Wilde, que hace una breve pero intensa aportación y de Portia Doubleday que se mete en la piel de un personaje complicado pero significativo para la relación entre Samantha y Theodore.
Her es una de esas obras que roza la perfección narrativa. Una de esas películas que remueven conciencias y hacen disfrutar al público mientras ven la película, y que invitan a reflexionar después. Un análisis del tipo de sociedad que llegaremos a ser a corto plazo, de la forma en la que expresaremos nuestros sentimientos y en la que viviremos las relaciones.
Jonze ha creado arte visual y sonoro con un guión espectacular y muy original, con mensaje. Una producción que merece la pena ser vista.
En ocasiones puede resultar densa, pero en su mayoría es una película dinámica y que transcurre de forma natural.
Ésta es una de esas películas que todos deberíamos ver.