Hay que meterse en esta película con calma como quien se mete en un baño caliente y dejarse llevar por su atmósfera envolvente, meciéndose en la calma que la inunda y degustando ese tono plácido de marcada melancólica y suave tristeza que se palpa en los personajes así que requiere un cierto estado de ánimo. De no estar en él es inevitable para disfrutarla hacer un pequeño esfuerzo para comprender que tras lo que se cuenta late angustia existencial y se habla de un tema apasionante.
Días de cine: 'Her'