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Hércules: Los Viajes Legendarios, temporadas 5 y 6 + epílogo

Publicado el 07 marzo 2018 por Lord_pengallan

He tardado más de lo que pensaba en terminar el videado desta serie pero es que las temporadas de HLJ son largas, y además he visto las 2 últimas juntas, ya que la final  sólo tiene 8 episodios, y lo que es el último capítulo del Hércules de HLJ pues después del final desta, el héroe salió en un capítulo de Xena para cerrar narrativamente la serie, episodio que por ser malo y obedecer a las reglas de Xena y no a las suyas es mejor olvidar y quedarnos con el último de HLJ.

Este visionado ha sido el 1º en el que he visto toda la serie completa. Entre capítulos no vistos o pillados empezados todavía tenía sin ver como 1/3 del total. Pero esto no ha sido la razón de que haya vuelto a ver esta serie. Este ha sido el 4º intento no por completismo sino porque nunca la serie me ha dejado de gustar así que siempre había deseado ver que joyicas mestaba perdiendo. Me gusta porque es entretenimiento bueno puro y duro. La serie, como Xena, sí tiene pretensiones. La pretensión de sacar mucho dinero invirtiendo poco y la pretensión de ser moralizante, pero sus artífices fueron tan profesionales que eso no les impidió hacer un estimable producto modesto. HLJ tiene episodios muy malos, malos y mediocres en cantidad (por lo menos la mitad) pero también interesantes, divertidos y originales en cantidad importante (más o menos 1/3, que es una cantidad alta para una serie de episodios autoconclusivos con bajo presupuesto) porque nunca se conformó con ser sencilla, cutre y convencional.La razón principal de los 4 intentos es que la serie no ha envejecido, ahora tiene 20 años, a pesar de todo lo que ha cambiado la tele. Es cierto que esto lo dice alguien que peina canas. Yo crecí con este tipo de tele así que no me parece arcaica y extraña, lo que le debe parecer a un espectador joven hoy. Pero aún así creo questoy siendo objetivo. Claramente HLJ es de otra época por estilo, concepción y objetivo, pero no está pasada. La principal razón dello es que es una serie de Fantasía así que no puede envejecer. HLJ se ambienta en otro mundo, y esas cosas no envejecen. Hizo bien en follarse el historicismo, por otro lado la mitología griega ha sido siempre ficción así que nunca tuvo un aspecto determinado y nadie sabe cómo "Homero" se imaginaba la Edad Heroica, porque este siempre es coyuntural de modo que, a medida que el pasado se va conociendo mejor, envejece. Además de por la atemporalidad del decorado, totalmente delirante desde un punto de vista realista, la serie está resistiendo el tiempo por su excelente factura. HLJ es cutre, vulgar y convencional pero utilizó muy bien sus escasos recursos, no tuvo complejos, vergüenzas e ínfulas y su pareja protagonista hizo un trabajo notable. Así, nunca se equivocó. O sea, ningún episodio de HLJ se queda corto o escaso, ni está mal o erróneamente dirigido, ni está mal interpretado. Si hay algo malo esto siempre es el guión (y algunas pelucas). K. Sorbo, el peculiar Hércules sin barba y con pantalones, no es un gran actor pero eso da igual porque el guionista desta serie no es Shakespeare. Lo que necesitaba esta serie era un tipo, además de guapetón, que supiese moverse en un entorno de cartón piedra y cromas, que dominase la pelea fingida, que transmitiese seriedad y pudiera ponerse cómico, y todo eso lo proporciona K. Sorbo. Así, este Hércules es serio, simpático y heroico, es decir, verosímil a pesar del cutrerío y la fantasía que le rodea. En este tipo de productos la verosimilitud descansa en los actores y no en el guión y en el escenario, así que, para lograr el éxito, aquellos son más importantes que el talento literario y el dinero. Por su parte M. Hurst, el Iolus que no es el sobrino del héroe, sí es un buen actor y es probablemente el que más aporta a la serie. No se decidió ponerle desde el principio pero al final se ganó al puesto porque un Hércules santurrón necesitaba alguien que encarnase la humanidad que él no tenía. O sea, el prota necesitaba un sidekick y además muy bueno porque tenía que ser capaz de hacer de todo. Naturalmente parte de lo bueno de la actuación de la pareja protagonista es que se entendieron muy bien, pero dejando a parte eso, si M. Hurst no se le diese bien todo, el drama, la acción y la comedia, la serie no hubiera llegado lejos. Este Iolus es todo lo que no es este Hércules así que por ello es glotón, lujurioso, presumido, pícaro, payaso, ingenuo, desconfiado, manipulable, acróbata... Es tantas cosas que precisaba un buen actor para resultar creíble. Así, gracias a M. Hurst los guionistas pudieron complementar a Hércules y también darle la réplica. La mejor prueba de la capacidad interpretativa de Hurst es que encarna a lo largo de la serie a 4 personajes distintos: Iolus, un príncipe igualico que él, un Iolus alternativo totalmente opuesto y una vieja bailarina loca. Su versatilidad hizo tanto por la serie como la creatividad de los guionistas. K. Sorbo le daba firmeza y atractivo pero su Hércules, como todos los santurrones, no podía mantener un show por mucho tiempo porque sin contrastar con nadie en una serie donde el Bien siempre triunfa hubiera terminado por aburrir. Finalmente la serie escapa al tiempo, de momento, por su humor. HLJjamás se toma en serio a sí misma y eso es capital para que un producto cutre y sencillo tenga un pase. Si la serie no se burlase de sí misma en todo momento habría sucumbido rápidamente por sus escasos valores de producción, su iconoclasta versión de la Grecia mítica y su santurrón convencionalismo. No obstante a lo dicho tiene un rasgo negativo importante.Lo malo que tiene HLJ es que es voluble. La serie no tiene un sólo registro. Cada temporada toca todos los palos posibles de la tele de la época. Así cada una tiene episodios infantiles, adultos, cómicos, dramáticos, aventureros y románticos y en desorden. Desta manera a un episodio infantil le sucede uno de terror que no vacila en hacer primeros planos a cadáveres, y a este uno más dramático que un telefilm de sobremesa pa señoras, al que le sigue una comedia, y vuelta a empezar. Desta manera la cosa es irregular porque añade a la variabilidad en calidad, la variabilidad en tono. Esto es probablemente lo que ofrezca más dificultad a su videado hoy, la época de temporadas servidas de una tacada y por ello homogéneas. Los altibajos y los quiebros se pueden soportar pero la incertidumbre de lo que uno va a ver no creo que sea un valor para una serie. Máxime cuando está claro que esa variedad va en detrimento de la misma. Esto facilita que distintos guionistas escriban por su cuenta los episodios de cada temporada, pero también impide que la serie explote sus puntos fuertes y acabe teniendo personalidad. Por tanto, lo que se gana por lo 1º no compensa todo lo que se pierde por negarse a tener lo 2º. Si HLJ hubiese tenido, más que dirección, armonía, las temporadas serían más agradables. Ni una serie tan libre y poco seria como esta puede contener cualquier cosa. El todo vale siempre provoca el choque, la discordancia y la mediocridad. El mejor ejemplo desto es el inicio de la 5ª temporada. Es algo totalmente insólito para la serie porque los 11 capítulos que lo componen son una historia, cosa que no creo que la sentase bien pues a ritmo de uno semanal seguirla debió de ser un infierno; puto además porque entrellos hay 2 episodios horribles, uno que pretende ser cómico y otro que es un resumen. En fin, el caso es que este inicio se va totalmente por peteneras ya que decidió ponerse siniestro y evocar a las pelis sobre el diablo cristiano de tal modo que durante casi 3 meses HLJ no fue HLJ. Por eso no importa que casi todos esos capítulos estén por encima de la media, especialmente los 2 dedicados a los dioses germanos, ya que están totalmente fuera de lugar. Pero no porque la serie hasta entonces siempre había sido alegre y de fantasía en vez de sombría y de terror cristiano, sino porque olvida inmediatamente tales cambios para volver por sus caóticos derroteros. Incluso el cambio totalmente genial y lleno de potencial que realizó este inicio, la sustitución del Iolus de toda la vida, valiente y dinámico, por el Iolus alternativo, cobarde e intelectual, se acaba deshaciendo antes de terminar la temporada. Así, el comienzo desta 5ª temporada queda como un exabrupto y una pérdida de tiempo.

Del resto depisodios de la misma destacan "Extraño y extraño", que es cuando el Iolus alternativo pasa a la principal para sustituir a su otro yo muerto, "Siempre nos quedará Chipre", que no ofrece gran cosa pero es más profundo de lo habitual porque se dedica a reflexionar sobre el amor y el tiempo, "Érase una vez un futuro rey", el mejor de la temporada y uno de los mejores de la serie aunque abarca demasiado, que nos cuenta como Hércules reeduca a Arturo, y el último, "Revelaciones", que trae de nuevo al Iolus de toda la vida, si no yerro es su 3ª resurrección, y es estimable porque está bien desarrollado y bien resuelto a pesar de la pobreza de medios, así que se le perdona que se ponga cristiano y apocalíptico de nuevo. 

La serie acabó en la 6ª temporada pero por desavenencias internas, no por el público. K. Sorbo quería más dinero y estaba metiendo presión porque no le parecía bien que Xena, un spin off, tuviese más éxito que su serie, quería cambios en el tono de la misma, que fuese más adulta, así que los productores decidieron finiquitarla pues su propósito era obtener dinero fácil, no calentarse la cabeza. Es una pena porque la serie estaba todavía en un buen momento, ninguno de los episodios de la 6ª temporada presenta síntomas de decadencia, degeneración o cansancio, y ser menos incoherente le hubiese venido bien, aunque jamás hubiera podido llegar a superar a Xena porque su éxito fue sociológico. Aquella serie lo petó porque entonces había un montón de mujeres cansadas de los roles femeninos tradicionales en la Ficción de tal modo que apoyaron una serie protagonizada por una pareja femenina, la cual se podía imaginar perfectamente como de lesbianas, que como respuesta se hizo feminista. Las mujeres vieron Xena porque lo que significaba, no porque fuese buena, imposible porque no lo es. Así HLJ jamás hubiera podido superar en popularidad a su spin off pues jamás hubiera podido ser un fenómeno social hiciesen los guionistas caso a K. Sorbo o no. En fin, que la serie no estaba en decadencia lo demuestra el que de los 8 episodios que componen la última temporada, 3 dellos son notables y están entre lo mejor de la serie. De hecho 2 dellos están entre los 5 mejores de una serie de 111 episodios.  Esto es la gloria y el tormento de HLJ. Si no hubiera tirado por lo fácil y hubiera sido menos tímida en ponerse culta, hubiera estado mejor. Estos episodios demuestran que podía haber ofrecido más si los productores hubieran tenido más ambición y hubieran pensado en algo más que en el dinero. "Amor al estilo amazona" no es gran cosa porque la comedia se acaba despendolando y porque convencionaliza demasiado el matrimonio de Hefaistos y Atenea, pero A. Tydings es A. Tydings. "Rebelde con causa" es uno de los mejores de la serie precisamente porque versiona sin complejos la tragedia Antígona de Sófocles. Así, es una historia compleja y adulta. Por ello demuestra que la serie estuvo siempre por debajo de sus límites. Su único pecado es que el guión es demasiado bueno para un episodio de HLJ. "La oscuridad visible" está también bien y demuestra lo acertado de la apuesta fantasiosa de la serie. El villano deste episodio es Drácula y tal locura queda perfecta porque está vez el guión se ajusta mejor a las posibilidades de la serie y al realizador le da igual que la serie sea familiar. El episodio es todo lo macabro que se podía ser en la tele generalista de los 90. "La ciudad de los muertos" es probablemente el mejor de la serie. Igual que el de Rebelde, merecía haber sido al menos un telefilm. Es un ejemplo del peplum progresista que es HLJ. La protagonista del episodio es una reina madre viuda que es uno de los pocos personajes de ficción femenino que ha elegido el trabajo en vez de la familia. Esto es bastante rompedor ya que atenta contra el rol que ntra. sociedad impone a las mujeres, y dentro del peplum es absolutamente revolucionario porqueste es un género conservador, muchas veces reaccionario. El género es una defensa de la familia patriarcal tradicional de tal modo que una liberada y capaz reina egipcia (seguramente porque Cleopatra hace más fácil imaginar a una monarca independiente en la Antigüedad), bellamente cuarentona y con el masculino problema de que sus hijos la reprochan que no fuese a sus partidos de beisbol es algo totalmente insólito. Si estos 3 episodios demuestran lo que la serie podía ser con un buen guionista gracias a su falta de complejos y las enormes posibilidades de lo cutre, el último demuestra lo que bajaba HLJ cuando le tocaba un guionista mediocre que no tiene ni idea de la Antigüedad. El último episodio por ser flojo es un indigno final a una serie que estaba desatada. La total ignorancia de lo que es un dios pagano y lo impertinente de lo cómico en un guión que pretende ser emotivo echan por tierra la posibilidad de que HLJ tuviese un capítulo final por encima de su media, acorde con el subidón de calidad último y que hiciese honor a una serie que fue bastante popular y mantuvo encendido el peplum.

En fin, Hércules: Los viajes legendarios porque no quiso no es gran cosa. Así, no tiene la calidad suficiente como para mantenerse a flote en una época en que los productos de entretenimiento solventes sobran o superan la capacidad individual para deglutirlos, pero es una serie competente y original que supera a bastantes peplums cinematográficos. Por tanto, si se aprecia el desenfado, el disparate, lo cutre, los escotes generosos, los pectorales y la deshinbición injustificada, y a uno le interesa una visión respetuosa pero libérrima de la mitología griega, sin duda, (re)videar los episodios que he destacado en esta serie de post le satisfacerá. 


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