Stephen Ambrose nació en Illinois en 1936 y falleció en 2002. Es un conocido historiador estadounidense, además de ser el biógrafo de los presidentes Eisenhower y Nixon. Es muy conocido por sus obras sobre la Segunda Guerra Mundial, en las que además de dar una visión general también se ocupó de momentos puntuales del conflicto. Era doctorado en Historia por la Universidad de Wisconsin y entre 1971 y 1995 ejerció la docencia en la Universidad de Nueva Orleans, de la que fue profesor emérito. Además fue el fundador y director el Museo Nacional del Día D, creado en memoria del desembarco de Normandía. Además de la serie basada en su libro, también trabajó en el cine como asesor del guión de la conocida película de Steven Spielberg “Salvar al soldado Ryan”. Recibió varios premios por su labor como historiador pero tampoco estuvo libre de algunas polémicas. La mayor viene por su trabajo como biógrafo de Eisenhower. Ambrose afirmó que tuvo varias entrevistas con el presidente, pero unos años después parece ser que no fueron tantas ni tan exhaustivas. Además de sus obras sobre estos dos presidentes lo más destacado es lo referido al gran conflicto bélico. Además de una extensa obra abordándolo de una forma general es autor de “El puente Pegaso”, “Hermanos de sangre”, “El Día D”, “La batalla de Normandía”… En ellas se centra en aspectos más puntuales y concretos de esta gran guerra, fruto de entrevistas y un gran trabajo de investigación sobre los mismos. Algunas de ellas las he leído y las considero completamente recomendables para los aficionados a esta época de la historia del siglo XX. Todas son libros históricos, pero narrados de una forma amena y entretenida que los hacen estar más cerca de la novela que de la obra meramente histórica.
“Hermanos de sangre” (“Band of brothers” en su título original) se publicó originalmente en el año 1992. Se centra en la historia de la 101 División Aerotransportada, los paracaidistas que primero entraron en Francia el día del desembarco de Normandía y que tuvieron una buena serie de acciones heroicas tanto en Francia, Holanda y en otros lugares de Europa donde se desarrolló la Segunda Guerra Mundial. Conocida por todos por llevar la cabeza del águila blanca en sus uniformes y una de las formaciones militares americanas más conocidas por todos. Nos va a contar, a través de varios de sus soldados y oficiales, casi toda su historia. Desde los días del campamento de entrenamiento hasta el desembarco y las diferentes acciones en las que tomaron parte hasta el final de la guerra. Para ello se entrevistó varias veces con supervivientes de la misma, y a través de esos testimonios fue dando forma al libro. Consiguió localizar a varios que siguieron reuniéndose después de la guerra y en entrevistas personales, reuniones que celebraban periódicamente y otros medios pudo hacerse una buena idea de la historia que nos cuenta. El libro, como ya dije, se lee casi como una novela y está contando como tal. Aporta muchos datos históricos, pero lo fundamental es lo que estos soldados le fueron contando, hilándolo como una historia de principio a fin que se lee con mucha fluidez y agrado. Evidentemente es una historia dura, violenta y llena de momentos muy fuertes. A través de su lectura podemos imaginar con bastante facilidad cómo lo pasaron, cómo fueron esos duros días, no solo para ellos, sino para todos los que participaron en el conflicto y aparecen en la historia. Está centrada en los recuerdos de la mayor parte de los soldados a los que entrevistó, sus historias personales y las de muchos de los que les rodearon pero que no volvieron con vida a su país. Al final conoceremos cómo se desarrollaron sus vidas en Estados Unidos tras la guerra y cómo intentaron sobreponerse a todo lo vivido. Quizá sea un poco condescendiente con las tropas americanas, aunque en algún momento sí nos cuenta auténticas barbaries cometidas por estos soldados sometidos a una gran presión, a una gran violencia y al miedo a morir continuamente.
La serie consta de diez capítulos basados directamente en el libro. Digo que está muy bien leerlo a medida que la vemos porque este la completa, evidentemente es mucho más exhaustivo, nos cuenta muchas más cosas y con más detenimiento, aunque lo más importante y fundamental está perfectamente reflejado en la pantalla. La serie es del año 2001 pero soporta perfectamente el paso del tiempo. Me ha parecido una de las mejores series que he visto en los últimos años. En muchos momentos filmada casi como si fuera un documental y reflejando perfectamente cómo fue esa duro momento del siglo XX. La ambientación es realmente excepcional y las escenas de combate están perfectamente filmadas. De todos modos no es solo la guerra, también es muy importante ver cómo lo que pasaron los fue cambiando, cómo se crearon entre ellos unos lazos que se mantuvieron a lo largo de los años y cómo la dureza de las situaciones que vivieron forjó unas relaciones que iban más allá de la simple amistad. Por muchos años que pasen, muchas películas o libros que nos hablen de ella no creo que nada puede acercarse a la realidad de lo que fue y cada vez que me acercó a este momento histórico descubro que mi capacidad de asombro no tiene límites. Creo que el capítulo nueve me dejó sin respiración por la crudeza que refleja y por cómo está filmado, realmente impresionante. Imposible que en más de una ocasión alguna lágrima aparezca mientras la estás viendo. Uno de las mejores cosas de la serie es el principio de cada capítulo, en el que aparecen los auténticos soldados ya muy mayores contándonos algo relacionado con lo que vamos a ver, emocionados todavía cuando recuerdan el pasado. No en vano, además, está producida por el actor Tom Hanks y el director Steven Spielberg. Los actores realmente impresionan y veremos en ella a muchas caras más que conocidas, sobre todo por cosas que hicieron después de esta serie. Podemos citar, por ejemplo, a Damian Lewis, al que conocí en la estupenda serie “Life” (de esas extrañamente canceladas) y al que todos reconocerán por ser el protagonista de las dos primeras temporadas de la conocida “Homeland”.
Recomendables las dos aunque hayan pasado los años. Los que la vieron en su momento seguro que guardan un gran recuerdo de la misma, un alto nivel de calidad que no es fácil de olvidar. Si alguno no la vio le recomiendo encarecidamente que lo haga, y si puede hacerse con el libro que lo lea al mismo tiempo, estoy seguro de que será una experiencia difícil de olvidar.