A consecuencia del golpe de estado en Egipto ha vuelto a quedar claro que la gran mayoría de los comentaristas de los medios de comunicación no tienen la más remota idea de quiénes son y que representan los Hermanos Musulmanes.
Aunque solo sea para refrescar la memoria voy a explicar de nuevo quiénes son estos angelitos que periodistas como Rosa Massagué en una serie de artículos en El Periódico llega prácticamente a calificarlos como defensores de la democracia en los países árabes.
Hasta el fin de la primera guerra mundial en 1917, todo Oriente Medio era territorio del Imperio Otomano, y en consecuencia la única Ley fundamental vigente en toda la zona era la Sharía, la Ley Coránica, lo que supone que los no musulmanes sean considerados ciudadanos de segunda categoría, cuyo testimonio en un juicio islámico es nulo a menos que las partes musulmanas lo acepten por unanimidad, y sin más derechos o propiedades que aquellos que la cúpula religiosa islámica quiera concederles graciosamente, pero que puede revocar en cualquier momento y sin explicación. A pesar de estas normas, históricamente ha habido grupos sociales no musulmanes que han vivido y se han desarrollado con relativa normalidad bajo la Ley Coránica, siempre en función de que sus habilidades u oficios fuesen necesarios para toda la comunidad. Al finalizar la I Guerra Mundial el Imperio Otomano, aliado de Alemania, se descompone y los países de Oriente Medio pasan a ser colonias o protectorados de países del bando vencedor del Tratado de Versalles que dio fin a la guerra, lo que supuso la derogación de la Sharía y el establecimiento de lo que ahora llamaríamos un régimen laico en el que todos los grupos religiosos, o de cualquier tipo, tienen la misma consideración ante la Ley.
Hacia 1920 aparecen los Hermanos Musulmanes como reacción contra el declive del Islam y con el claro objetivo de revertir la situación para que el Islam volviese a ser el poder hegemónico en la zona y se reinstaurase la Sharía. Su aparición y sus agresivas acciones marcan el inicio del larguísimo conflicto religioso en Oriente Medio que todavía dura y que periodistas ignorantes dicen que se inició en 1948 con la creación del estado de Israel. Los Hermanos Musulmanes son los primeros que en el siglo XX exigieron que el Corán se volviese a aplicar al pie de la letra, como en sus inicios en la edad media, lo que implica seguir el designio de Mahoma de no cesar hasta haber extendido el Islam a todo el mundo conocido, por las buenas o por las malas, y los Hermanos Musulmanes se decantaron claramente por las malas. Fueron fundados por un maestro de escuela egipcio llamado Al Banna, que fue asesinado en 1947, y su principal promotor fue uno de los personajes más siniestros del siglo XX: Al Husseini, el Gran Mufti de Jerusalén. Este angelito y los Hermanos Musulmanes fueron grandes y leales aliados de los nazis durante la II Guerra Mundial, y Al Husseini llegó a instalar en el norte de Túnez un campo de concentración donde asesinaron a miles de judíos al más puro estilo nazi. Estaba en la lista para ser Juzgado en Núremberg, pero los franceses lo liberaron y vivió en el Líbano, bajo protección francesa, hasta su muerte en la cama y aparentemente por causas naturales en los años sesenta. Entre los puntos importantes del currículum de estos angelitos está el haber convertido a la secta Wahabí y la familia real Saudita, que viene a ser lo mismo, al radicalismo islámico, y que prácticamente todos los grupos radicales que hoy existen, Hamas, Ezbollah, Salafistas, etc., tienen su origen o se inspiran en los Hermanos Musulmanes.
Después de esta tarjeta de presentación de los Hermanos Musulmanes, creo que queda muy claro cuál debe ser su objetivo si llegan a controlar el poder en cualquier país, y creo que también está pero que muy claro que la democracia, en ninguna de sus formas, entra en sus planes.
En el caso de Egipto, cuando hace más de 2 años los grupos laicos iniciaron la revuelta contra Mubarak, los Hermanos Musulmanes y en general los islamistas se lo miraban desde sus mezquitas, con interés pero sin intervenir, pero finalmente fueron los Hermanos Musulmanes los que ganaron las elecciones, aunque en mi opinión fue una victoria engañosa. Los grupos laicos que habían hecho la revuelta y habían vencido a Mubarak eran muchos, únicamente se coordinaban en lo referente a la revuelta, pero con frecuencia estaban enfrentados en temas políticos y el poco tiempo transcurrido desde su creación hacía que sus estructuras organizativas fuesen muy débiles. Por el contrario los hermanos musulmanes llevaban casi un siglo luchando primero contra las potencias coloniales y después contra el poder establecido, básicamente militar, y en consecuencia sus estructuras básicas eran muy potentes y perfectamente preparadas para enfrentarse a unas elecciones. De hecho en Egipto solo habían dos organizaciones con la suficiente estructura para presentarse a unas elecciones con probabilidades de ganarlas : los Hermanos Musulmanes, y sus primos hermanos los Salafistas, por un lado y el ejercito por el otro, que no se presenta a las elecciones, pero tiene muchos seguidores que votan el candidato sugerido por los militares, pero que en las elecciones de hace más de un año no abrieron la boca.
Aquí debo hacer otra referencia al Corán y la Sharía. Aparte el disponer de estructuras potentes, los Hermanos Musulmanes contaban con otra ventaja. Su ideología fundamental, el Corán, no solo no desaconseja, sino que alienta, recomienda y casi obliga a usar el engaño aplicado a quien sea, musulmán o infiel, con tal de cumplir el objetivo supremo de imponer el Islam. O sea que para los Hermanos Musulmanes y los Salafistas era extremadamente fácil manifestar públicamente su respeto por la democracia y por la opinión y los derechos de otras formaciones, aunque no tuviesen ninguna intención de cumplirlo. Por esta razón hace tiempo que digo que me creeré que los grupos islamistas respetan el juego político en democracia el día en que pierdan unas elecciones y traspasen sin problemas el poder a otro grupo político.
Creo que está claro que después de ganar las elecciones los Hermanos Musulmanes han intentado alcanzar sus objetivos fundacionales con nada menos que dos intentos de alcanzar el poder absoluto, y la muy dudosa aprobación de una nueva Constitución, ahora derogada, que en la práctica supone la primera fase de la restitución de la Sharía.
Creo que si dentro de unos meses se celebran nuevas elecciones el ejercito esta vez recomendará algún candidato y quizás se evite una nueva victoria islamista, porque en caso contrario, o en el desgraciadamente probable de que estalle un conflicto armado nos vamos a tener que empezar a preocupar y mucho, porque si los grupos laicos no acaban imponiéndose en Oriente Medio, el futuro es medieval.