Aquí el grupo perdió bastante interés. Si tuvo algo de visitas fue porque el se viralizaron en Chile por el tema del anterior disco ¡Que viva el papa!.
El primer tema es una revisión de Amén su único gran exito hasta el momento (Aún no se había viralizado ¡Que viva el Papa!).
Este inicio es una clara declaración de intenciones de lo que iba a ser el disco: un salto en calidad.
Se confirma con Algo entre los dos, el primer tema musical en el que logran algo parecido a una canción de verdad. De hecho es un temazo. Incluso tiene partes sublimes.
Lo único extraño es que ante era un "No te acerces bicho" y ahora las lonchas de queso se estaban empezando a liberar del sándwich.
Pero en Manos que sanan volvieron el frikismo. Aunque por lo menos en el estribillo están bien y es pegadizo. Incluso podemos perdonar el silbido de María imitando una ambulancia. Patricia seguía sin mejorar. Tampoco Alba, que canta en un tono que parecía que estaba en otra canción distinta a las demás. Hacia el final de la canción remontan y se convierte en un temazo.
Solo quedaba saber quién era el Doctor Sergio Martínez Román. Pues el oncólogo de su madre.
En ¡Oye! María y Victoria respetan el tempo, el compás, la armonía y la afinación, aunque vuelven los platillos y los rapeos absurdos, pero también se les puede perdornar.
Estel nos alucina con -멀리 (Aléjate) con su mejor tema en solitario y daban un paso al k-pop coreano.
Mi corazón es un tobogán de sensaciones que van de lo sublime a lo friki.
En Únete a la resistencia María nos pide que nos unamos a algo, pero no dice ni a qué ni para qué. En Levántate con ilusión canta Flor y Monserrat sorprendentemente, no lo estropea.
Alba nos canta Vive a tu manera entre dos sillas sin sentarse en ninguna. Incluso se teletransporta.
En Los 10 mandamientos cantan Flor, Patricia, Alba y María entre fondos virtuales y a un ritmo trepidante. Montserrat y Victoria no aparecen. Debían estar sujetando el croma. Tampoco Estel, que seguro se fue a comprar quezo.
En España tierra de María mezclan flamenco, trap, tecno, dance, house, bakalao, rap y todos los géneros que existen a la vez. Nunca en la historia de la música se ha intentado algo así. Visto el resultado, seguro que nadie lo volverá a intentar.
En Dame la mano cambian de intro corporativo y dan un salto hacía atrás con este tema extraño en el que parece que Monserrat la compuso tras volver de un viaje al séptimo círculo del infierno. Es tan siniestro que cualquiera le da la mano. Está desafinada, descuadrado todo. Un combinación de notas sueltas de piano y lalalás de ultratumba. Solo se entiende esto si fiese una grabación desechada de uno de los discos anteriores.
Pero no. A partir de este tema el disco empieza a tener tintes siniestros. Algo que se confirma con A smile in christmas, el villancico más tétrico de la historia. Más que el nacimiento de Jesús parecía que estaban celebrando el del anticristo o el bebé de Rosemary de La semilla del mal.
En Bla bla bla se volvieron industriales, pero siguieron igual de siniestras. En 70 x 7 Patricia cual Mary Poppins sigue la línea oscura. Si no fuera por esa base de música de feria de las tinieblas, podría haber sido su mejor tema.
Lejos de mejorar, la cosa empeora con 15 minutos, canción en la que parece que Estel se ha perdido en un parque de atracciones abandonado mientras la persigue un payaso asesino en una dimensión desconocida. Toda ella con aires más extraños que Blackstar de David Bowie. De qué trata la canción no lo sabemos, ya que la mayoría del tiempo la hemos escuchado debajo de la cama con un crucifijo etre las manos.
Héroe se la dedican a su padre, aunque más bien parece que se la dedican al reverendo Henry de Poltergeist cuyo ventarrón le da tintes armagedónicos. Cambiando la música tétrica de fondo igual saldría algo parecido a un homenaje que seguramente aquel señor se merece. Es como si el diablo se hubiera adueñado de los sintetizadores para abrir un portal dimensional hacia El Hades. Las voces angelicales contrastan con los sonidos satánicos, provocando confusión.
En Católico de verdad nos empiezan a dar un respiro y Victoria está mas jebi y desatada que nunca y en A la paz por la paz Flor nos quiere evangelizar a ritmo monicanaranjesco.
Cierran el disco pretendiendo ser las sucesoras del Waka waka de Shakira con ¡Gol! y convertirla en el próximo himno del mundial.
Porque meten a la Virgen María también en esto, un misterio. Como sigan cabreándola igual mata también al padre.
Y ya estaria... Difundid la palabra