Héroes Americanos

Publicado el 07 agosto 2017 por Jamesnava123

La semana del 23 al 29 de julio ha estado dedicada por la Casa Blanca a los héroes americanos, de forma temática, con numerosos homenajes y actos en los que hemos honrado y rendido tributo con orgullo a aquellos que arriesgaron todo para proteger a los ciudadanos de Estados Unidos y preservar los valores en los que creemos: libertad, democracia, fe, tradición, oportunidades y estilo de vida americano.
El Presidente Trump coloca así la atención pública sobre los héroes actuales del país: nuestros valientes militares y veteranos, policías, bomberos, profesionales médicos, enfermeras... Esto es importante porque de esta forma realzamos aquellos valores que definen a la sociedad americana y honramos a aquellos que se ofrecen voluntariamente para estar al frente en tiempos de crisis. Héroes de carne y hueso, con virtudes y defectos, pero que responden al desafío que plantea esta nación, que sacrifican su tiempo, su energía y, muchas veces, sus vidas por el bienestar, la seguridad, las oportunidades y la libertad de los demás ciudadanos.
Mientras que una gran mayoría de los medios de comunicación centran su atención en todo lo negativo, lo sucio, lo falso, lo que puede perjudicar a este Presidente o a esta Administración republicana, la Casa Blanca de Trump agradece y honra a esos individuos que abrazan una profesión en respuesta a una llamada al deber de servir a sus comunidades y a su país; a esos héroes que marcan la diferencia en el campo de batalla donde ondean las barras y estrellas, en un accidente en carretera, en un incendio forestal o en un edificio, en un atraco con rehenes o en una urgencia médica.
¿Qué es más importante? ¿Destacar el lenguaje colorido de Anthony Scaramucci o poner el foco en los méritos de quienes salvan vidas? El Presidente Trump y cuantos trabajamos para mejorar este país, creemos que reconocer la valía profesional y los innumerables sacrificios personales que se realizan por el bien de la nación, por el bien común de la sociedad, merecen tener toda la atención. Por esta razón, hemos celebrado una semana dedicada a los héroes americanos. Personas de distinta religión, sexo, ideología y raza que pasan días festivos, vacaciones y cumpleaños en sus puestos: de patrulla en el campo de batalla; en misiones que pocas veces son difundidas, pero vitales para nuestra libertad en Occidente; en salas de emergencia y quirófanos; en ambulancias; en coches patrulla por las calles de las ciudades; en hospitales atendiendo a los enfermos ... Son nuestros héroes, olvidados y marginados por muchos medios que sólo ansían buscar en la basura informativa en vez de centrarse en lo verdaderamente importante, pero que Trump coloca en el centro de su atención y de la Casa Blanca con generosidad, como un grito de autoafirmación en medio de aquellos que pretenden destruir nuestro modelo de nación.
Hay temas importantes como la energía, la tecnología, la reforma sanitaria o la reforma tributaria, sin duda, pero como estadounidenses que todavía valoramos los actos de heroísmo generosos, se produzcan donde se produzcan, que abrazamos el cuidado de los demás y la bondad y la solidaridad con quienes más lo merecen, valoramos en especial estos actos de celebración de nuestros héroes, ésos que alimentan nuestro espíritu con su ejemplo, que nos inspiran y nos hacen avanzar para ser mejores.
En este mundo actual, en el que lobbies poderosos, intentan imponer su agenda alejada del sentir y las creencias de millones de ciudadanos, es del todo oportuno dedicar una semana siquiera a los héroes americanos que protegen y mantienen nuestro legado de valores común, y que nos dignifican como individuos que saben tomar decisiones en momento difíciles.
Todos vemos cada día cómo demasiados de los sacrificios individuales de nuestros héroes no se reconocen, por eso me pongo en pie al lado del Presidente Trump para agradecer a otros héroes por su servicio impagable a nuestro país y a nuestra sociedad. A los hombres y mujeres que se sacrifican por los demás, que luchan y que hacen que un gesto de heroísmo, sea de la magnitud que sea, nos hace sentir orgullosos.

Trump nos recuerda que las acciones de estos héroes reales son muy importantes y que merece seguir luchando por los de héroes anónimos Estados Unidos en Washington y en el mundo. Honrar a los que responden a la llamada del deber es propio de una nación agradecida. El Presidente Trump forja así una alianza con el pueblo americano ya establecida durante la campaña electoral y que se renueva en cada acto en el que participa el Presidente. Durante la semana dedicada a los héroes, el Presidente Trump y la Primera Dama Melania viajaron a Struthers, Ohio, para participar en el AMVETS Post 44 Salute a American Heroes. Un evento en el que el Comandante en Jefe puso de relieve la reforma del Departamento de Asuntos de Veteranos, una de sus grandes promesas de campaña, donde renovó su compromiso para proteger a cuantos nos han protegido, y honró al héroe veterano de la Segunda Guerra Mundial, Robert M. Bishop, un artillero a bordo del USS Tennessee en Pearl Harbor el día del ataque japonés. Después de sobrevivir al ataque, el Sr. Bishop continuó sirviendo y protegiendo a nuestro país durante cuatro años y medio, desempeñando un papel crucial en el Océano Pacífico. El Presidente Trump concedió al Sr. Bishop un Certificado de Reconocimiento por su heroísmo. Y no es que un papel signifique gran cosa para un veterano de guerra, por muy oficial que sea (se lo aseguro), pero el gesto presidencial de reconocimiento, sí, y mucho. Las palabras de Trump la noche del 25 de julio en Struthers, Ohio, merecen recordarse: "A todos los veteranos, aquí esta noche, su valor es la fuerza de nuestra nación, y su patriotismo es el corazón palpitante de nuestro destino compartido. Sus historias inspirarán a generaciones de estadounidenses a luchar y ganar por nuestro país y por nuestra gran y bella bandera americana que todos honramos".
Al mantener vivo el heroísmo americano, que ha moldeado a este país en lo que es y que lo define perfectamente, nos sirve para poner rostros e imagen a aquellas historias de héroes que han impactado, como la de Robert M. Bishop, o las de los trabajadores de la NASA, que desempeñan un importante papel para una mejor comprensión de nuestro universo, del avance de la tecnología y de la exploración de lo desconocido. Héroes que no siempre son conocidos o reconocidos, como Lisa Mazzuca, encargada de la misión de búsqueda y rescate de la NASA, que lleva a cabo el prototipo Second Generation Beacon, que revolucionará el rendimiento de las balizas de emergencia a 406 MHz en todo el mundo; o la astronauta de Peggy Whitson, récord de permanencia de tiempo acumulado en el espacio por un astronauta estadounidense.
El reconocimiento a nuestros héroes americanos, anónimos la mayoría de las veces, logran con sus sacrificios y trabajo profesional que Estados Unidos sea un país mejor. Honrarlos ha sido un acierto del Presidente Trump, que no sigue la agenda de los medios ni de instituciones internacionales, y que sigue la agenda que da el protagonismo al pueblo americano y a los ciudadanos que se alzan en héroes de sus vidas y de la de los demás. Como lo hicieron los agentes especiales de la Policía del Capitolio: David Bailey y Crystal Griner, y los oficiales del Departamento de Policía de Alejandría, Nicole Battaglia, Kevin Jobe y Alexander Jensen. A los que el Presidente Trump concedió la Medalla al Valor el pasado 27 de julio. Héroes auténticos que respondieron al tiroteo en Alejandría, Virginia, contra legisladores republicanos que entrenaban para un partido de béisbol, entre ellos, el Representante Steve Scalise.
Parece justicia poética que en la semana de los héroes americanos, el general de marines, John Kelly, haya sido nombrado Jefe de Gabinete de la Casa Blanca. Un héroe de nuestro tiempo y para esta Administración que tanto necesita de sus servicios una vez más.
Los acontecimientos diarios indican que el mal existe, pero también que los héroes caminan entre nosotros de forma anónima y de vez en cuando lo mejor del ser humano brilla. La identidad nacional estadounidense nos inculca desde pequeños una buena dosis de sano heroísmo. Nos enseñan a ser generosos y nos alientan a tener actos de bondad. Ese sentimiento lo transmitimos a nuestros hijos, sobrinos, compañeros, amigos, hermanos y familia. El heroísmo define bien al pueblo estadounidense. Celebrar y honrar a los héroes esta pasada semana nos ha recordado que un acto cotidiano de heroísmo, espontáneo y natural, no forzado, encierra el verdadero significado de "héroe americano" y que es importante que nos unamos, como nación, para reconocer y homenajear a aquellos que ponen a nuestro país y a sus valores antes que a ellos mismos con una entrega leal.