Para poder leer este artículo debéis, sin duda, escuchar esta canción mientras leéis.
Soy, entre otras cosas, profesor de seducción. Y en este mundillo, dicen que soy un referente para mucha gente. Además aspirante a convertirme en un psicólogo heterosocial de referencia. La gente paga por mis clases dinero. Confían en mis capacidades para que les oriente sobre qué hacer con la chica que le gusta. Y me hacen creer que salen encantados con mis cursos y sus resultados.
Antes de existir este proyecto, se me presentaba en otros lugares como LEYENDA VIVA de la seducción. ¡Nada más y nada menos!
Pues bien, os confesaré algo:
De vez en cuando me ocurren cosas que sólo en una de película de Mr. Bean podrían ocurrir. ¿Y a que no sabéis delante de quién? De ella. Del mismo personaje conceptual que mis alumnos me interrogan como la inspiradora de sus movimientos e ilusiones y de la que se supone que yo, sin conocerla de nada, como Egoh, lo sé todo.
EL SENTIDO DEL HUMOR
Dicen que el humor es un síntoma de poder. Hacer reír es quebrantar la quietud y lo anodino de lo cotidiano. Es modificar el ánimo y movilizar hacia la felicidad y las emociones positivas. Es, dicen, un síntoma de inteligencia.
Un hombre o una mujer divertida es más atractivo. Eso lo sabe todo el mundo. Y digo todo el mundo sin excepción. A cualquier pastor alsaciano le preguntas por esto y te lo confirma. Haced la prueba. Gastaros una pasta en un avión, id a Alsacia con una libreta en la mano y empezad a preguntar a diestro y siniestro. O empezad con los siniestros y acabad con los diestros. (No dejéis a los zurdos para el final. Son muchos años de marginación).
Pues bien.. si lo sabemos… expongamos nuestras cagadas y nuestras debilidades con humor.
O sufrimos por esconder nuestros fallos, nuestras vulnerabilidades y defectos intentando aparentar no se sabe qué… o … nos reímos de nuestras situaciones inauditas, tremebundas y ridículas.
¿Nervios? ¿Disfunciones eréctiles? ¿Baja estatura? ¿Alopecia? ¿Pérdida de llaves de casa con ella en el portal esperando una noche de sexo? O dicho de otro modo… ¿Patanerío? ¿Timideces? ¿Físico mejorable? ¿Acumulación de imprevistos que asociados parecen una desopilante obra de Kafka?
Utilizad el ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA
Alienaros por un momento como espectadores de esos actores en esa escena o secuencia…
-¡JAJAJAJA!… ¡Menudo inútil!
Un momento… ¡Joder! ¡El protagonista de esa historia soy yo!
Pues sí, amigo. ¡Eres tú! O dicho de otro modo… Soy YO. Y encima delante de ella. Chicas, delante de él. ¿Y el humor? El mismo que utilizas con los demás y que te hace sentirte poderoso. El que modifica miradas y expresiones… Prueba a utilizarlo contigo… Al fin y al cabo, sois los mismos de la película. Y os toca conviviros. Lector o lectora… Somos los mismos que aparecen en nuestros recuerdos desde que existimos como protagonistas…
¿Y cuando la cagamos a los 13 años delante la chica que nos gustaba las primeras veces que empezábamos a entrar a la discoteca? ¿Y qué me decís, chicas, de cuando nos las ingeniamos para poder asistir a la fiesta del chico que nos gustaba a los 17 años y la cagamos como si fuéramos un elefante de Namibia?
Reírnos de nuestros defectos delante de los demás nos hace invulnerables.
Pero reírnos de nuestras cagadas nos hace, sencilla e ineludiblemente, buenos compañeros de viaje con nosotros mismos.
Podrán entendernos, compartir o no, lo cómico de nuestros actos, en función de cuánto y cómo les hayan afectado. Pero nosotros tenemos una anécdota más con la que reírnos cuando estamos en la cama a solas durante el resto de nuestra vida. Sí. Esos momentos en los que sin darnos cuento nos sorprendemos tapándonos la boca o con la mano en la cabeza algo avergonzados delante de nadie, al recordar aquella noche.
Somos él y ella, los de la peli anunciada en el tráiler como una tragedia y, que si queremos, podemos convertirla en una comedia.
CONSEJOS PRÁCTICOS DE RECIENTE DESCUBRIMIENTO:
1º Si quedas para salir de fiesta con la persona que te atrae, cuenta con que has dejado de fumar hace poco sin haber cenado.
2º Si lo haces, asegúrate de ser un buen equilibrista.
3º No pierdas a la persona que depende de ti en un lugar con mucha gente.
4º Si te gusta el “blackmetal” y te pones marchoso, asegúrate de que la persona con la que compartes un cuarto de metro cuadrado lleva la cara pintada de negro. Si no,… no entenderá nada…
Todo está un poco en clave… Pero creo que es mejor así.
Besos a todos. Y recordad. Todo lo que hagáis, podéis y debéis ser críticos, pero sobre todo no se os ocurra impedir que os podáis recordar en el futuro a vosotros mismos con una sonrisa.
Al fin y al cabo, pase lo que pase siempre nos quedarán los Madness, o dicho de otro modo, siempre contaremos con nosotros…
Siempre vuestro, EGOH.