técnicas de anclaje
La programación neurolingüística cuenta con numerosas herramientas que podemos utilizar para mejorar ciertos aspectos negativos de nosotros mismos, así como aquellos hábitos perjudiciales, como el fumar por ejemplo. Y una de estas herramientas son las técnicas de anclaje.
Las técnicas de anclaje se utilizan para configurar un patrón de respuesta de estímulo a un estado emocional deseado. Es decir, el anclaje nos permitirá crear un estado positivo en el que podamos sentir confianza, tranquilidad, entusiasmo o cualquier otro sentimiento que desearías tener en un momento dado.
Por ejemplo, supongamos que estás en una entrevista de trabajo, y sientes ese característico estado de ansiedad ante el stress de ser observad@ todo el tiempo, pues con las técnicas de anclaje, podrás cambiar conscientemente ese estado de ansiedad por uno que te haga sentir más seren@ y confortable.
Esta técnica ya se había utilizado desde hace mucho tiempo ¿Recuerdas los perros de Pavlov? En PNL, se le llama a lo que hizo Pavlov, anclaje. Su técnica era muy sencilla, consistía en sonar una campana y mostrar la comida a los perros. Luego, volvía a sonar la campana y los perros empezaban a salivar como si estuvieran viendo la comida. Lo que Pavlov había hecho era establecer un ancla a los perros.
Y este ejemplo también se puede transpolar a nosotros mismos. De hecho, utilizamos esta técnica a diario ¿No te ha pasado alguna vez que piensas en algún alimento y ya empiezas a lamerte los labios? O ¿Hueles un perfume y te recuerdas de alguien en especial? O también, no sé si recuerdas de la película Tiburón. Cada vez que se acercaba el peligroso animal, el sonido de la banda sonora nos hacía latir más fuerte el corazón. Y es un ejemplo de cómo se puede establecer un anclaje a través de un largometraje.
Ahora bien ¿Cómo puedes crear tú mism@ un anclaje?
1) Primero que nada, debes crear un estado deseado. En el cual especifiques exactamente cómo te quieres sentir. Empieza a recordar un momento de tu pasado que sea muy poderoso para ti. Es decir, alguna experiencia muy fuerte que te haya marcado bastante. De manera que evoques ese sentimiento que deseas volver a sentir.
2) Luego, la PNL recomienda que debes ponerte en esa experiencia como si la estuvieras viviendo de nuevo. Es decir, observa en tu imaginación lo que viste en aquella experiencia, escucha lo que oíste y siente lo que estabas sintiendo en ese momento. Nota como ese estado va aumentando al máximo y va disminuyendo.
Si no puedes experimentar el estado deseado, o el anclaje no ha sido satisfactorio, sustituye ese recuerdo por otro más fuerte, para que sea más efectiva esta técnica.
3) Repite este proceso en varias sesiones, de 20 o 30 minutos, para construir un resistente ancla en ti mism@.
Una vez que sientas de forma satisfactoria la fijación del anclaje, debes disparar el recurso para sentir el estado emocional deseado. La PNL recomienda disparar el recurso justo antes de sentir el clímax de la vivencia. Es decir, justo antes de llegar a la cumbre de la emoción de la vivencia recordada, utilizas el anclaje o un gesto único para asociarlo con el estado deseado.
¿En qué momento puedes utilizar las técnicas de anclaje? Si te encuentras en medio de una entrevista por ejemplo, y estás muy nervios@ o con ansiedad, puedes utilizar un anclaje de relajación para sentirte “calmad@ y relajad@”. O bien puedes sentirte poderos@, utilizando un anclaje de poder. Todo depende de cómo te quieras sentir, según la situación en la que te encuentres.
En el siguiente artículo, veremos los tipos de anclajes que puedes utilizar para ser efectivo esta herramienta importantísima de la programación neurolingüística.
Un abrazo
Alexander Chinea
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