Hesjedal admite pasado de dopaje. uno más y van…

Por Elpedalnoticias.com

A través de un comunicado de prensa y ante las versiones vertidas en el libro ‘Fiebre amarilla’ de Michael Rasmussen, el canadiense Ryder Hesjedal reconoció haberse dopado “hace más de diez años”. Rasmussen cuenta en su libro cómo enseñó a Hesjedal y otros compañeros doparse con EPO y Synacthen, y acusa también a Bjarne Riis (director de Saxo Bank) por incitación al dopaje.

El equipo de Hesjedal, Garmin-Sharp, aseguró que conocía estos hechos y que fueron declarados ante las agencias anti-dopaje de Canadá y Estados Unidos. Por esa razón el equipo apoyó al canadiense y recordó su filosofía de acoger corredores que decidieron dejar las prácticas dopantes y correr limpios (por ejemplo, David Millar). Por su parte, las agencias anti-dopaje aludidas confirmaron la declaración de Hesjedal (realizada unos meses atrás) y volvió a agradecerle su buena disposición.

La confesión de Hesjedal se suma a la de Jan Ulrich, Bobby Julich, Bjarne Riis, Rolf Aldag, Eric Zabel, Michael Rasmussen, Erik Zabel y muchos otros. A ellos hay que sumar todos los ex-compañeros de Lance Armstrong que confesaron el consumo de sustancias ilegales y culparon al tejano de su administración y uso.

A pesar de este extenso listado de arrepentidos, quien ha pagado los platos rotos (y más aún) ha sido Armstrong. Fue despojado de sus 7 Tour de France y demandado por sus antiguos patrocinadores. Observando el tratamiento que las agencias anti-dopaje, las empresas organizadoras de las competiciones ciclistas y los medios masivos de comunicación han dado a los diferentes casos de dopaje, es claro que Armstrong resultó ser la cabra ideal para que una parte importante del ciclismo expiara culpas sin escatimar escarnio público  ¿Es justo?