Londres queda lejos, muy lejos. La selección argentina volvió a jugar muy mal, cayó 1-0 ante Uruguay en su cuarta presentación en el Sudamericano Sub 20 que se disputa en Perú y aunque gracias a la victoria posterior de Brasil ante Ecuador logró la clasificación al Mundial, quedó pendiente de un milagro para quedarse con uno de los dos boletos disponibles para disputar los Juegos Olímpicos del año que viene.
Entendido desde el planteo conservador por el que nuevamente volvió a apostar Walter Perazzo, tanto el trámite del juego como el resultado final del mismo pueden explicarse sencillamente.
Confiado en exceso y seguramente relajado tras la valiosa victoria ante Brasil, Argentina especuló con el resultado desde un principio, retrasando progresivamente sus líneas y mostrando muy pocas ambiciones ofensivas.
En el marco de un primer tiempo que no fue nada bueno y en el que aun disponiendo más tiempo del balón Uruguay tampoco mostró demasiado –un par de pincelazos de Adrián Luna y dos remates de Matías Vecino- la falencias argentinas no solo que se repitieron, sino que se agravaron.
Pensando en obtener el punto necesario para asegurar el acceso al Mundial, Perazzo superpobló el centro del campo con mediocampistas de corte y dejó a su equipo completamente huérfano en la construcción, sin salidas por los costados y sin otro argumento que el reiterado envío largo para encontrar tanto a Iturbe como Funes Mori, dueño de las dos pocas aproximaciones al arco defendido por Salvador Ichazo.
De poco sirvió el descanso. Pasados los diez minutos Mauro Díaz reemplazó a Mosca y ni aun así el equipo argentino logró hacerse del balón, propiedad de un Uruguay que más suelto y decidido que en los 45 iniciales, fue acumulando meritos hasta llegar al gol.
Desperdiciadas dos chances, una por Camilo Mayada y otra por Diego Polenta, quien si aprovechó la verticalidad y el cambio de ritmo de Luna para vencer la resistencia de Andrada con un toque sutil y anotar a los 19 minutos el único tanto del encuentro fue Matías Vecino.
El inexplicable cambio que con el equipo perdiendo introdujo Perazzo –Zuculini por Battaglia- no alteró en nada la ecuación y ni aun con el beneficio de la iniciativa –cedida por Uruguay en los minutos finales- Argentina fue capaz de ganar en fluidez, perdiendo muchos balones y redujendo sus chances de igualar al mínimo al no contar con situaciones claras de gol.
Las durísimas entradas de Nervo y Díaz fueron el fiel reflejo de la frustración. El desencanto fue evidente y finalizado el encuentro los que se hicieron escuchar fueron los futbolistas uruguayos, festejando un boleto a los Juegos Olímpicos que mucho tiene de histórico, dado que no lo conseguían desde hace 84 años.
Detrás de Uruguay, que lidera el Hexagonal Final con 10 unidades, el que se ubica es Brasil, que con su victoria 1-0 ante Ecuador -gol de Casemiro- llegó a 9 y al igual que el elenco conducido por Juan Verzeri también se aseguró un lugar en el Mundial.
Tercero, con 6 puntos y su plaza al Mundial certificada esta Argentina, que para quitarle a Brasil el boleto a Londres deberá golear a Colombia y esperar que los uruguayos hagan lo propio con el “Scracht”.
Ecuador y Chile –venció 3-1 a Colombia-, quienes ocupan el cuarto y el quinto lugar con 5 y tres unidades respectivamente, se enfrentarán el sábado y entre ellos dirimirán quien se queda con el cuarto y último boleto disponible para ir al Mundial. Por razones lógicas, el empate favorecerá a los de Sixto Vizuete.