La mayoría de los deportistas asocian los hidratos de carbono como su fuente principal de energía. Es cierto que los hidratos se utilizan como fuente de energía en cualquier dieta, pero hay que diferenciarlos, porque no todos los hidratos de carbono son iguales.
Todos los hidratos están compuestos por carbono, hidrógeno y oxígeno. Existen dos tipos de hidratos de carbono, los simples y los complejos. Vamos a ver qué diferencias existen entre los dos tipos.
Hidratos de carbono simples
A estos hidratos también se les denomina azúcares. Estructuralmente son los hidratos más simples, ya que se componen de uno (monosácaridos) o dos azúcares (disacáridos).
Debido a su estructura química tan simple estos hidratos van a ser asimilados por el organismo de manera muy rápida y van a proporcionar energía inmediatamente. El problema que existe es que si esa energía rápida que nos proporcionan estos hidratos no la consumimos rápidamente se acumulará en nuestro organismo en forma de grasas.
Para los deportistas estos hidratos son muy importantes durante la actividad física, ya que van a proporcionar una energía instantánea. Por ejemplo, este tipo de hidratos son los que están presentes en la mayoría de geles energéticos.
Algunos ejemplos de alimentos que presentan este tipo de hidratos son el azúcar blanco, la harina blanca, la pasta que no es integral, el arroz blanco, la miel, yogures, chocolate, mermelada, refrescos y por supuesto la bollería industrial.
Hidratos de carbono complejos
Con diferencia de los hidratos simples, los complejos tienen una estructura química formada por tres o más azúcares que además se unen entre sí formando una cadena.
Debido a esta estructura compleja el organismo los va a digerir mucho más lento que los hidratos simples. Esto tiene una ventaja muy importante, y es que la energía se va a ir liberando en nuestro organismo lentamente, sin provocar los picos de glucosa en sangre que provocan los hidratos simples.
Estos hidratos complejos son además ricos en vitaminas, minerales y fibra, por lo que son mucho más equilibrados.
Este tipo de hidratos de carbono los vamos a encontrar en la pasta integral, el arroz integral, los cereales integrales, el pan integral, la harina sin refinar, las legumbres, las verduras, la quinoa, entre otros.