La falta de acierto del conjunto local, que hoy encadenó su cuarto encuentro consecutivo sin marcar, permitió al Nápoles sumar tres puntos importantísimos en la pugna que los de Rafa Benítez mantienen con el Roma por el segundo puesto del campeonato. El triunfo, sin embargo, no puede ocultar los problemas ofensivos del conjunto napolitano, que no logró disparar entre los tres palos hasta los siete minutos de la segunda mitad, cuando Higuaín puso a prueba al meta Daniele Padelli con un remate desde la frontal del área.
Escaso bagaje para los de Benítez, que pudieron marcharse en desventaja al descanso si la madera no hubiera impedido a los 28 minutos que el lejano disparo del central del Torino Cesare Bovo acabase en gol. De nuevo un poste, esta vez a remate de Riccardo Meggiorini, impidió al Torino adelantarse en el marcador a los 53 minutos, apenas dos antes de que Matteo Darmian obligase a lucirse al meta español del Nápoles Pepe Reina.
Sin embargo, la ocasión más clara para los locales llegó a los 73, cuando el internacional italiano Ciro Immobile, que hoy comenzó el duelo, igual que Alessio Cerci, en el banquillo, remató fuera cuando se encontraba solo en el interior del área napolitana.
Fallos que el Nápoles haría pagar al Torino con un gol en el minuto 90 de Gonzalo Higuaín, que ya suma catorce en el campeonato, tras un pelotazo largo de la zaga visitante. Higuaín, con su habitual fe, ganó la partida a la defensa local, que se quejó de una posible falta del delantero argentino, para plantarse en el área y lograr de tiro cruzado el definitivo 0-1. Un resultado que sitúa al Nápoles con una ventaja de diez puntos sobre el Fiorentina, cuarto clasificado, y que prácticamente le asegura un puesto en la próxima edición de la Liga de Campeones.