Hijo Adoptivo & Biológico
15 enero, 2015 4 comentarios Artículo Niños, Reflexiones entre biberones & ActualidadHoy me gustaría hablaros de un tema muy personal para mí, pero que creo que muchos de vosotros en algún momento habréis pensado ¿ se puede querer igual a un hijo biológico que a uno adoptivo?…
Como muchos ya sabéis por mi presentación, yo convivo con mis dos hijos, Laura de 16 años, hija de mi marido, fruto de un matrimonio anterior, que siempre ha convivido con nosotros, y con mi hijo biológico, Jesús de 11 años.
Empezaré diciendo que Laura llego a mi vida cuando tenía 3 años, mentiría si os dijera que desde el primer momento la quise como si fuera mía, sin ánimo de ofender a nadie, creo que ese sentimiento solo lo tienen los padres adoptivos que han pasado meses o incluso años esperando la llegada de sus hijos, sin embargo mi caso fue distinto, de golpe conocí a alguien que traía consigo una niña preciosa que poco a poco me cautivó el corazón . Os diré que no fue fácil adaptarnos, creo que para ninguna de las dos, como todo en la vida hay un lado bueno y uno malo, pero con paciencia y amor todo se soluciona. Poco a poco fuimos compartiendo mañanas, peinados, baños, viajes, cumpleaños, visitas al médico, risas, riñas, castigos, comidas preferidas, tardes en el parque, pataletas…hasta que un día sin casi darme cuenta era parte de mí, como si siempre lo hubiera sido, así lo sentía. Sufría cuando estaba mala, enfadada o algo le preocupaba, sufría hasta dolerme el pecho, sufría de la misma manera que cuando sufría por mi hijo, me dolían por igual.
Sé que muchas personas no me han comprendido y muchas veces me dicen que no hubieran podido hacer lo mismo que yo, ¿de verdad no hubieras podido querer a una niña que no tiene nada malo que ofrecerte sino mucho que dar?
¡Venga ya!
Para los que me preguntan si los quiero a los dos igual, les diré que a día de hoy la única diferencia entre uno y otro, es que a uno le llevé en mi barriga y al otro no; con los dos he compartido las mismas cosas, el mismo día a día, las mismas alegrías y las mismas preocupaciones. Entonces…
¿Debería querer a uno más que a otro?
El día a día es lo que hace el cariño, uniéndonos más que los propios lazos de sangre.
Me gustaría que cada uno de los lectores reflexionara un minuto sobre si ahora mismo les dijeran que sus padres no son sus padres biológicos ¿les querrían menos? …
Creedme, esta pregunta se la hago a mucha gente, y el 99% me contesta que NO, con lo cual, queda claro que se puede ser padre o madre sin llevar la misma sangre. El cariño y la entrega crean cadenas irrompibles mucho más fuertes que las creadas por el cordón umbilical.
No puedo pasar este tema sin mencionar a mis abuelos maternos, que criaron a mi madre desde que tenía 3-4 meses. Cuando yo me enteré de que no eran mis abuelos biológicos tendría alrededor de 9 años, pero en ningún momento dudé de si me hubieran querido más si fueran abuelos biológicos, ya que con el amor que nos daban sabía que no se podía querer más que ellos nos querían a nosotros.
Cuando mi abuelo estaba muy malito me dijo:-hija, cuida de Laura que ella no tiene la culpa de nada. Y nunca se lo dije, pero por supuesto que la iba a cuidar y a querer, porque lo había aprendido de ellos, ese fue el mayor legado que nos dejaron ¡nos enseñaron que se podía querer por encima de cualquier cosa! De ellos aprendí que padres no son los que paren, si no los que crían. Por eso creo que para mí ha sido más fácil dar todo para los dos. Seguramente en muchas cosas me habré equivocado pero lo que tengo claro es que mi corazón está divido para los dos.
Autor Guadalupe Trujillo
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4 comentarios
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maru 15 enero, 2015 at 12:34 - Responder Que gran madre eres!!!!
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Guadalupe 15 enero, 2015 at 15:12 - Responder gracias maru!tu también lo vas a ser muak
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Katy Doncel 15 enero, 2015 at 19:10 - Responder Eres un encanto Guada, tienes toda la razón en todo lo que has escrito.
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La vida entre biberones 15 enero, 2015 at 19:14 - Responder Gracias katy doncel un besazo
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