Hijo, ¡háblame!

Los padres tienen (tenemos) la necesidad de comunicarse con sus hijos para poder ayudarlos. Creen que si no saben lo que hay en la cabeza de sus hijos, no podrán ayudarles a resolver sus situaciones.

Comunicarse es hablar y escuchar y si los hijos no se comunican, los padres no les podrán ayudar ni aconsejar.

Muchos padres me preguntan cómo hacer que sus hijos les hablen. Otros me preguntan cómo hacer que sus hijos comprendan esto o aquello. A todos les respondo que obligarlos tiene poco sentido, lo que pueden hacer es generar un entorno donde ellos se sientan cómodos comunicándose.

Cómo hacer que hablen

Trabajo con jóvenes ayudándolos a desarrollar pensamientos propios a partir de su experiencia, les ayudo a tomar sus propias decisiones y a ser conscientes de lo que quieren y cómo lo pueden conseguir.

Más información sobre el
Coaching para Jóvenes

Para lograr esto, debo generar un entorno de comunicación donde ellos puedan y quieran expresarse con libertad. Me encantaría poder trasladar a los padres todo lo que me dicen sus hijos, porque les serviría para comprenderlos, pero la confidencialidad es parte importante de mi trabajo. Lo que sí puedo hacer es compartir con los padres mis técnicas para que sus hijos respondan a las preguntas.

No se trata sólo de conseguir que hablen, sino de que esa conversación sea útil. Las sesiones no tendrían sentido si no provocaran cambios en las personas y eso también lo consigo por medio de técnicas de comunicación. No voy a compartir con los padres lo que he hablado con los hijos, pero puedo explicar cómo hago yo para que un adolescente se sienta cómodo hablando conmigo y que esa conversación sea útil.

Podría exponer aquí el concepto teórico para que los padres aprendieran estos trucos, pero no es tan fácil, porque no son sólo técnicas, sino también actitudes. Los padres pueden contratar tutorías personales para adquirir estas habilidades pero no es la única vía. (Infórmate aquí sobre las tutorías)

La mejor forma que conozco para que los padres aprendan a hacer lo que yo hago es por medio de la experiencia y la vivencia. Por ese motivo he creado el curso ¡Háblame!.

La teoría no es suficiente cuando se requiere un cambio de visión, una nueva forma de observar la comunicación. Esto cambio se consigue cuando los padres viven por sí mismos la diferencia entre distintos tipos de preguntas o cuando se ven reflejados en ciertas actitudes.

Por este motivo ofrezco tutorías y formación en talleres.

He diseñado los talleres de ¡Háblame! como una combinación de teoría, práctica y vivencia. En estos talleres, los padres aprenden por demostración y colaboración. Trabajamos casos reales que provocan descubrimiento.

Me gustaría escribir la teoría y que con eso sirviera, pero no es suficiente. La teoría está en el libro El Arte de Educar para Ser y la práctica en los talleres ¡Háblame!

Si quieres participar en los talleres, ponte en contacto conmigo y te tendré al corriente.

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