15 de agosto de 1947, medianoche, Bombai. La India vive sus primeros minutos como país independiente. Entre fuegos artificiales y celebraciones, dos niños son intercambiados al mismo momento de nacer por una comadrona. “Que los ricos sean pobres y que los pobres sean ricos”. Esta es la contribución de la sencilla y amorosa mujer a la recién proclamada libertad de todo un pueblo. Los dos niños, Saleem Sinai y Shiva, forman parte del grupo de niños nacidos poco después de las doce, y eso los hace especiales, les da poderes y liga obligatoriamente su historia con la de todo el país. Son los hijos de la medianoche, título de la nueva película de la nominada al Oscar Deepa Mehta que se estrena esta semana en nuestras salas.
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