‘hijos de la medianoche’: una vuelta espiritual por india

Publicado el 01 julio 2013 por Cintasperdidas @cintasperdidas

Mística y espiritual. Mediante un repaso en puntillas a la historia de India, Hijos de la Medianoche narra de manera mágica el paso de varias generaciones de una familia por el momento clave del país asiático. Sobre el destino y el carácter cambiante de los hechos, sobre las decisiones que marcan, esta película está basada en el libro homónimo de 1980 (Midnight’s Children, el título original en inglés) del escritor británico Salman Rushdie, nacido en la India británica.

Dirigida por la directora india-canadiense Deepa Mehta, Hijos de la Medianoche, tan larga de duración como el proceso de independencia de los países en los que la trama se desarrolla, apela a los motivos místicos para encajar una narración constante, en donde se pasa del ámbito más rico y ostentoso al más pobre y humilde. Un logrado trabajo para introducir al espectador en un contexto desconocido va abriendo puertas a las facetas de la cinta.

Su foco principal, por el que gira todo el largometraje, se centra en la historia de tres generaciones de una misma familia. He aquí el motivo de la película, cuando una dudosa decisión marca el giro que imprime de valor y energía a la película, que salta de familiar en familiar en busca de un fiel retrato a la situación histórica.

En un principio, la acción se desarrolla en la India británica. Hasta que el día de la independencia del país del Sur de Asia, el 15 de agosto de 1947, provoca el inicio de un extensa confrontación entre poblaciones y de los diferentes problemas como Estado. La guerra con Pakistán divide el país en dos, por lo que el conflicto sirve para realzar una ficción bien guionizada por Rushdie y bien encajada por Mehta. También los problemas políticos del país y la separación de Bangladesh se utilizan para realzar el espíritu que tiene el protagonista del filme, Saleem.

Entre amores, complejos, deseos, guerras, luchas y envidias familiares, la historia de Saleem va girando en busca de una identidad que sólo encuentra en los hijos de la medianoche, aquellos niños originarios de la recién nacida India. El viaje por distintas realidades, con sus respectivas historias familiares, aumenta el interés de un espectador que no debe esperar nada parecido a Bollywood, aunque por momentos se acerque.

Hijos de la Medianoche, como el libro, es un viaje por el realismo mágico de su autor, al que Mehta visualiza de una manera estéticamente atractiva pero con algunas lagunas y vacíos que ayudan a perder el motivo principal de la película, muy espiritual y místico.