El viernes 31 de agosto de este año se estrenó en las salas nacionales la película Hijos de la Sal, de los hermanos Luis y Andrés Rodríguez. El largometraje, dramático e introspectivo, ha logrado varios galardones en citas fílmicas nacionales e internacionales, incluyendo el de Mejor Película en el reciente Festival del Cine Venezolano de Mérida.
Donde el largometraje se llevó 7 galardones: Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actor (Terry Goitía), Mejor Actriz (María Alejandra Jiménez), Mejor Actor de Reparto (José Torres), Mejor Sonido (Fahil Flores) y Mejor Música (Mike y Jim Durán).
El filme cuenta la historia de Evaristo, quien, en agonía de muerte, pide a sus hijos que, contraviniendo las costumbres del pueblo, incineren su cadáver y que sus cenizas vayan al mar.
Dispuestos a cumplir la última voluntad de su padre, como en un rito de iniciación los jóvenes, sin saberlo, trasgreden las tradiciones del pueblo, con lo que invocan su condena a un destino en el que solamente se tienen el uno al otro.
La película fue grabada en el año 2015, la obra de 95 minutos entrelaza los géneros documental y ficción. Narra facetas de la vida cotidiana en un apartado rincón de Paraguaná, estado Falcón, específicamente en Las Cumaraguas, mostrando el trabajo que se realiza en las salinas, y lo difícil que es el día a día para los salineros un entorno difícil para la subsistencia.
Los directores Luis y Andrés Rodríguez, de quien de manera personal puedo decir que son maravillosos, son unos creadores increíbles, definitivamente para mí un honor y un orgullo haber formado parte de esta magnífica historia, la cual habla de un tema muy delicado, como es El pathos del incesto y el tabú de la pedofilia los cuales se insinúan en el puro gesto,
Esta película me llevo a reflexionar muchas cosas, y desde entonces comprendí que no porque no se vean las cosas no existen, vivimos en un mundo lleno de historias, una buenas unas no tanto, pero eso no quiere decir que no estén presente, en mi opinión estos directores se atreven hablar de temas muy profundos, de historias secretas pero existentes.
Uno de los realizadores contó, que uno de los retos que enfrentaron fue el hecho de narrar la realidad de ese pueblo salinero de forma veraz; para ello, ambos directores resolvieron incluir dentro del reparto a actores consagrados, de la talla de José Torres,(Tacupay) quien interpreta a Evaristo, el padre, con figuras nuevas como la de María, la hija, encarnada por la Actriz de teatro y cine María Alejandra Jiménez; y unirla con interpretaciones de miembros de la comunidad como es el caso de Terry Goitía,(Joven quien en su momento no contaba con ninguna experiencia actoral) quien forma parte de uno de los pueblos indígenas más antiguos de Paraguaná, Moruy, y estuvo encargado de darle vida a Enrique, de igual manera actuaron Aníbal Grunn (Santiago), actor de dilatada trayectoria en cine, teatro y televisión, y la actriz Yixy Villegas interpretando a Maritza, entre otros. (Para mi una gran experiencia)
Asimismo, participa en la película la comunidad de la provincia de Las Cumaraguas, y así La Península se ve presentada como un personaje más en la trama, Si dejar de un lado sus hermosos paisajes, sus hermosas Cumaraguas.
Financiada por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (Cnac) y en coproducción con La Villa del Cine, la película obtuvo una mención especial por parte del jurado que conformó la 7ª edición del Festival Internacional de Cine de Rotterdam Curaçao (CIFFR) y resultó ser la más taquillera de la muestra, también participa Festival Binacional de Cine Colombia-Venezuela, y otros festivales internacionales que se realizan en Miami, Puerto Rico y República Dominicana.
Ahora porqué no hablar un poco de ese hermoso lugar llamado Las Cumaraguas:
Las Cumaraguas son unas salinas ubicadas al noreste de la Península de Paraguaná, en el Estado Falcón.
Están localizadas en la vía a Cabo de San Román, el punto más hacia el Norte, y menos explorado, de Venezuela.
Observarlas en las horas del crepúsculo, provoca una magia para quienes adoran realizar fotografías de paisajes, el cambio de color que toma las pozas de las salinas es sensacional, de pronto se puede visualizar como una imagen casi bíblica, al tornarse de color rosadas sus aguas y los trozos de sal en las orillas como pequeños cuarzos blancos.
Al llegar a estas Salinas, muchos de sus habitantes tienen la tradición de recoger las piedras de sal, y exhibirlas, para que los visitantes puedan llevarse un trozo que los haga recordar de la visita a las Cumaraguas.
El ambiente desértico, está conformado por cactus, cardón, cují, tunas, la brisa caliente, el silencio, los chivos y burros alimentándose, es lo que predomina en el recorrido por esta maravillosa tierra llena de mucho movimiento turístico en Venezuela.