Nada se iguala a sus besos.
Tierna como la seda.
Misteriosa como la noche, embruja mi corazón.
Su fragancia embriaga mis sentidos.
Sus dulces palabras cautivan mi alma.
Nada más delicado que su esencia.
Sus tentadores besos alimentan mi pasión.
Su voz prende la llama del deseo.
Nada más bello que navegar por su geografía.
Nada más hermoso que habitar el castillo de su alma.
Nada más sugerente que perderme en el mar de sus caricias.
Ella es la diosa del amor, que mueve los hilos de mi corazón.