Himno de Ayn Rand, la obra del “Yo”

Publicado el 20 diciembre 2014 por Diego Diego F Ospina @DiegO_OzpY

En un futuro distante habremos olvidado por completo la palabra "YO", de hecho no recordaremos como se conjuga la individualidad (soy, quiero, pienso, etc). Nacerán los hombres en beneficio de su comunidad y en función de esta vivirán. Esto es lo que plantea la novela corta "Himno" de Ayn Rand

Himno, es la obra del YO, una distopia cuya finalidad era la de alertar al mundo sobre el régimen socialista, que promete en su culminación máxima la igualdad absoluta de la humanidad, suprimiendo el yo por un "Nosotros" irrevocable, esto hasta el fin de los tiempos.

Una distopia diferente a un mundo feliz o 1984, pero como es bien visto por todos, nos gusta pensar en sociedades humanas corroidas principalmente en sus sistemas de valores y capacidades de percepción, así que no tiene desperdicio este pequeño libro.

¿Debe el fuerte cargar al débil? O ¿Por qué limitar al capaz para favorecer al inútil?

A cada uno según sus capacidades y necesidades... Himno fue un texto criticado por su argumento que incita al individualismo ciego y desmedido, un Yo como el de himno es el que nos llevaría más cerca de aquel hombre que es lobo del hombre, pero el problema en el socialismo es querer hacer valores del estado, lo que son meros principios éticos humanos, la hermandad, la cooperación, la compasión etc. No pueden ser absorbidos por una institucionalidad, porque estos tienen un carácter personalísimo que los deja fuera de las construcciones estatales, los estados no pueden obligar a sus ciudadanos a tener estos ó aquellos valores.

¿De una sociedad extremista a otra?

Nacemos con un nombre impropio, todos somos cosas en este nuevo mundo con nombres como "Sociedad 12521" o "Unidad 009012", se nos asignan las labores que desarrollaremos diariamente, son las mismas labores que nos asignaron en la adolescencia y al llegar a una edad avanzada seremos abandonados hasta morir en una casa de retiro para miembros "inservibles" de la comunidad.

El problema con el planteamiento de la novela es que pasa del Yo anulado, al nosotros anulado, puesto que el personaje principal reniega de cooperar con otros hombres y exige que cada quien se valga por sus medios, siendo la cooperación un mero instrumento para lograr satisfacer intereses comunes y no para llegar a una sociedad mejor. De este modo vemos que si al principio de la novela existe el estado, pero no existe el Yo, al final se plantea que existirá el yo, pero un yo tan independiente de los demás hombres y que pretende aplicarse en todos, haciendo evidentemente imposible la existencia del estado.

No se puede negar que pensar en este super "Yo" tan independiente y prepontente, salvaje y capaz de todo por su libertad y el cumplimiento de sus fines nos hace pensar en un superhombre Nietzscheano, en una potente voluntad Schopenhauariana o en el peor de los casos en un cavernicola incivilizado.

Rand tal vez no alcanzo a ver, o no le dio importancia, a la situación final de sus personajes, pero no dista mucho del comunismo superior donde igualmente el estado es suprimido.