Hinca la rodilla y respira

Publicado el 28 septiembre 2013 por Miguel Ángel García Morcillo @alienaragorn

Esta frase que Will Smith le dice a su hijo Jaden Smith en la paupérrima película "After Earth" cuando el chico está sufriendo un ataque de miedo y de ansiedad en el planeta tierra que se ha convertido en un lugar inhóspito para los humanos, me va a servir como inicio de este post para comentar esos instantes en los que nos encontramos con una situación muy complicada y difícil.

Vivimos nuestra vida diariamente con unas ilusiones y con unos objetivos que nos hemos propuesto cumplir. Evidentemente, también tenemos obligaciones y deberes que hacer. Y en éstas dos corrientes de quehaceres encontraremos el equilibrio personal.

Nuestro entorno social nos envía sensaciones que nos reconforta y nos hace sentirnos bien. Tenemos una dinámica vital que nos hace encontrarnos más o menos cómodos y más o menos seguros con unas necesidades básicas cubiertas. Hay muchas cosas que nos hacen sumar, que nos hacen mejorar cada día como personas, desde la sonrisa que un bebé hace de manera innata y el cariño que nos proporciona un ser querido, hasta una simple conversación con una amigo y una taza de café como único pretexto para quedar y hablar. Éstos sólo son unos pocos ejemplos de los muchos que existen que nos pueden aportar grandes dosis de ánimo y vitalidad.

Toda la información que recibimos nos puede generar tranquilidad, paz, sosiego y buenas emociones o todo lo contrario, exasperación, estrés, ansiedad y malestar. Generalmente depende del día que tengas para controlar y contrarrestar con tu actitud y predisposición las cosas negativas que te van llegando y sucediendo. Cuanto mejor estés, cuanto mayor seguridad y autoestima tengas, más fácil podrás asimilar las circunstancias que de una manera u otra puedan preocuparte.

Olvidemos por un momento lo que nos preocupa (sé que no podemos hacerlo desaparecer pero si aparcarlo y alejarlo), puede que estemos hartos y hastiados de cosas que nos pasan, pero hay que pensar que si han ocurrido, lo único que podemos y debemos hacer es afrontarlo y aprender de esas circunstancias, lo que nos servirá para que nuestro presente sea más esperanzador y con ello nuestra vida sea más agradable si es que no lo es.


Si pensamos que la suerte no nos acompaña estamos totalmente equivocados. Si creemos que nos tiene que caer del cielo, la primitiva, la lotería, un coche, una casa, un trabajo, un novio, una mujer sin hacer ningún esfuerzo para conseguirlo, es que somos...ilusos.

La mayoría de las personas de este mundo (de momento no conozco seres de otro planeta, pero no descarto que existan) creen que son buenas por naturaleza y en realidad yo creo que es así, pero no por eso van a tener suerte. Lo que hay que asimilar, es que las circunstancias para que te ocurran cosas buenas, que tú quieres que pasen, las tienes que producir, tienes que poner todo tu empeño, todo tu esfuerzo, todo tu sudor, todas tus horas y todo tu aliento  para que ocurran. Solamente de esta manera tu suerte, tu buena suerte podrá cambiar a mejor.

Por eso en la película, el padre cuando ve a su hijo a punto de derrumbarse, le dice -hinca la rodilla y respira- para que se tranquilice y piense, para que se aísle del ambiente nocivo que le rodea y con ello, aceptar la situación en la que está y afrontarla.

¡Las circunstancias las tienes que generar tu, nadie más lo va a hacer por ti!