Hiperconectados

Publicado el 21 noviembre 2014 por David García @davidbarcelover
  • Date: 21 nov 2014
  • Author: David García Campos
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  • Categories: Filosofeando

La incursión de las nuevas tecnologías en nuestras ha sido muy favorecedora, por lo general, ya que nos ayudan a mantener mejores comunicaciones, descubrir nuevas fuentes de información y, mantener las cosas más controladas, entre otras ventajas. Podría extenderlo más pero quiero hacer hincapié pronto en lo que me voy a centrar hoy, en qué la tecnología nos mantiene hiperconectados.
Hoy en día, resulta muy extraño no cruzarnos con alguien por la calle que se encuentre utilizando su smartphone consultando la actualidad, chateando o vete tu a saber; porque las posibilidades de saber qué estará haciendo son casi infinitas. La tecnología ha avanzado tanto que ahora los objetos son inteligentes y nos permiten llevar a cabo funciones que hace un tiempo parecían imposibles de llevar a cabo desde un dispositivo que sólo servía para para llamar o para ver programas. Pues bien, para bien o para mal, esto es lo que nos espera.

Y digo para bien, porque si que es cierto que nos han facilitado la vida en muchos sentidos. Ahora para cualquier pequeña duda que tengamos nos basta con tener un PC y conexión a Internet para buscar un tutorial en la red de redes, o aunque ya no conservemos su número de teléfono o apenas nos acordemos de su cara podemos conectar con personas que fueron parte de nuestro pasado mediante los perfiles en redes sociales; entre otras cosas. Incluso con la irrupción de los aparatos inteligentes (smart) posiblemente dentro de un tiempo te olvides de ir a hacer la compra, porqué tu electrodoméstico puede ser que sea capaz de autoabastacerse, y de esta forma tu puedas centrar tu tiempo en otras cosas.

Pero claro, como suele suceder en esta vida, no hay parte buena sin parte no tan buena; y hay que pagar un pequeño precio por todas estas comodidades. Y ahora me voy a centrar en el ámbito de las empresas, donde las redes han permitido incrementar sus mercados y han encontrado nuevas formas de operar para hacer negocios; pero claro la red de redes no descansa y esto implica una cosa: estar hiperconectados. Si, hacer negocios con alguien que no se encuentra en tu mismo es algo que han facilitado, pero claro, también tienes que adaptarte a sus horarios. Y si hay algo que nos gusta en esta vida es ceñirnos a nuestros propios horarios, sentir que tenemos nuestra vida controlada a través de la rutina: porque si un día llegamos un poco más tarde a casa es porque algo no muy bueno nos ha sucedido. Por lo tanto, si tu empresa cierra más tarde es porque algún imprevisto ha surgido.

O no, porque como ya he comentado hay que adaptarse a horarios internacionales y a una cosa muy importante: Internet no cierra. Lo que conlleva que si un día, yo soy alguien de tu competencia y no puedo dormir, es posible que me ponga a preparar un ataque de madrugada porque supongo que tu estarás lo típico a esas horas, dormir, de modo que mi ataque resultará más efectivo y tu te llevarás un disgusto de buena mañana. Es algo que hay que tener en cuenta, ¿verdad?

Pero estos ataques de madrugada no es lo único que te pueda pasar como consecuencia de la irrupción de Internet, también te vas a tener que llevar al casa: porque claro, ahora no te hace falta estar presente en tu despacho para estar trabajando, todo está en la nube y aquello que no te ha dado tiempo a hacer porque te han interrumpido lo vas a tener que hacer mientras terminas de cenar (si te urge, claro). Y aún nos queda otro grave problema, las vacaciones, que ya no serán paradísiacas a no ser que te dejes en casa el móvil, el PC y el cargador; ya que en caso contrario seguro que te podrán localizar.

Pero no todo es malo, seguro que en el mundo hay más gente como yo, a los que nos gusta estar hiperconectados. ¿Y por que? Pues por esas mismas y sencillas razones que os he expuesto anteriormente, todo eso que puede parecer nocivo (a priori) para mi es una forma de verlo distinto. Porque durante el día a día, rutina tras rutina, sueles acabar saturado y cansado de todo lo que te rodea. Desconectar y trabajar en ambientes distintos es una gran oportunidad, porque nos ayuda a ver las cosas desde diferentes perspectivas. Además, tenemos una parte muy importante de nuestro cerebro, el subconsciente, que trabaja aunque no nos damos cuenta y nos puede dar nuestra idea del millón en cualquier momento. Y para cuando llegue ese momento, querrás estar conectado, ¿verdad?

Y como muestra de que lo que afirmo es bastante cierto, aquí tenéis una acción desarrollada en las playas de Marruecos en las que ofrecen WiFi gratis a cambio de dejar limpia la playa… ¿la necesidad de conectarse de las personas la dejara limpia?