Leía yo a Vila-Matas y su historia abreviada de la literatura portátil, donde el escritor define lo que vienen a ser los odradeks:
"Cada shandy hospedaba en su interior a uno de esos inquilinos negros (...). Y al hospedarse en pensiones del barrio judío, comenzaron a sentir la presencia cada vez más activa de los inquilinos negros, la angustiosa seguridad que se les arrancaba con premeditación y contra su voluntad su más verdadero y propio interior, sólo para que pudiera tomar forma plástica la figura del fantasma."
Dice VM que todos los escritores que él entrelaza en su artificial conspiración (escritores reales cuya fama es explotada para vender libros, lo que me recuerda a lo que hace J.J. Gutiérrez en Nuestro GG en La Habana), éstos personajes que aparecen en su texto (no necesariamente en el sentido semiótico) fueron descubriendo a los inquilinos no humanos que habitaban en su cuerpo, los odradeks. Aquí lo normal sería nombrar la fuente original del término odradek, que es un texto (bis) de Kafka. Pero como esto es una contribución al postmodernismo, yo voy más allá.
Los odradeks son la versión escrita de Bob, la critura maligna creada por Lynch en Twin Peaks (también es creada por Mark Frost, pero ser postmodernista implica también simplificar. En realidad esto lo creó Marx, que se ha ido apoderado de El Capital, aunque fue creado junto a Engels. Así es la vida).
Bob es también no humano y se alimenta del interior de las personas, tal y como lo hacen los odradeks. No es negro, pero lleva vaqueros, lo cual seguro que le hace también un culito muy sexy. Al igual que los inquilinos de VM, Bob saca lo peor de las personas: pornografía, violencia, bailes con bastón. Es decir, todos los sentimientos viscerales que los escritores mal avenidos siempre quisieron.
No se pierdan al Bob de Vila Matas. Tampoco se pierdan Twin Peaks, serie que, por cierto, es de la época de Doctor en Alaska. En ésta última, concretamente en el capítulo 1x05, se hace un homenaje a la primera incluyendo la música de Badalamenti y haciendo que un personaje diga algo sobre una mujer con un tronco. Todo hipervinculismo.