Revista Opinión

Hipólito, el hombre que le ganó al viento en Piedra del Águila

Publicado el 18 enero 2021 por Piedraonline

Hipólito, el hombre que le ganó al viento en Piedra del Águila Durante su gestión como Director de obras públicas en la década del 90, construyó un "paredón verde" que logró contener las fuertes ráfagas.

Durante los días en que el eclipse fue la noticia en Piedra del Águila, el "predio de Polo" se repetía una y otra vez entre las voces de los vecinos. Es que para muchos de los turistas ese fue el lugar en donde observaron el fenómeno el 14 de diciembre, pero para los ciudadanos fue y seguirá siendo la arboleda de Hipólito "Polo" Zuñiga, el hombre de 69 años que le ganó al viento.

Las ráfagas en esa zona superan los 90 kilómetros por hora y es uno de los puntos geográficos de la provincia en donde el viento está presente todo el año. Es por esto que instalaron un Parque Eólico que, además de salvar la economía de muchos de los vecinos durante la pandemia, genera energía renovable.

"Nací por accidente en Cinco Saltos, Río Negro, pero soy recontra neuquino", dijo Polo desde su casa y confesó con orgullo: "Fui el primer vecino de mi barrio". Si bien "todo fue gracias Carlos Cabezas" que le financió el terreno, aseguró que con sus manos levantó su primera casa.

Hipólito, el hombre que le ganó al viento en Piedra del Águila

De profesión albañil, llegó a Piedra del Águila en 1974 y entre 1990 y 1994 fue Director de obras públicas de la ciudad. "Ahí fue que construimos el paredón verde, para frenar el viento", reveló con timidez.

"Es que en las elecciones de 1990, el intendente que se había postulado por la otra fuerza política a la cual yo asumí, había prometido que si él ganaba iba a eliminar el viento en Piedra. Una cosa que causó risa en su campaña, pero nosotros, al ser elegidos por los vecinos, lo tomamos como una necesidad", recordó.

Durante el primer año de gestión, Polo comenzó con el estudio de cómo se debería hacer. Su casa estaba en el punto sur de la ciudad, desde donde mayormente ingresan las ráfagas de viento. "Y ahí decidimos empezar con este paredón verde, allá por 1991, en el barrio Huiliches, donde vivo", contó.

Hipólito, el hombre que le ganó al viento en Piedra del Águila

En ese año, comenzaron las gestiones para recibir álamos y distintos árboles. "Donaron desde la Municipalidad de Neuquén y Villa La Angostura, hasta distintas empresas privadas", mencionó y "rápido" habían comenzado a crecer.

Además de plantarlos, crearon un canal de riego. "A 1000 metros del paredón hay un canal, entonces hicimos la construcción para que se haga una especie de riego natural", añadió.

Si bien aseguró que desde que finalizó su gestión "se abandonó ese paredón verde" y muchos árboles murieron, durante las jornadas del eclipse en el 2020 se mostró su efectividad. Los puestos de comida estaban fuera del predio y del lado del reparo del paredón, atendían a la clientela y podían cocinar sin que el viento atente contra los gazebos instalados.

En cambio, los comerciantes que estaban dentro del predio en donde se llevó a cabo la observación oficial del eclipse lo padecieron, ya que se encontraban del otro lado.

"Si se hubiera sembrado más y hecho que se extendiera, creo que habría más vecinos que padecerían tanto las rágafas. Pero bueno, viste como es esto, muchos prefieren tener lindo el pasto del centro y no ocuparse en los problemas centrales", criticó.

Con la jubilación tramitada hace un par de años, Polo se dedica a su huerta y a cuidarse. "Este bicho es peligroso, pero bueno saldremos de esta", dijo optimista, aunque indagó sobre un problema que sacude a la localidad: "Acá falta trabajo local. Porque por ahí viene una empresa, te da trabajo cuatro meses y después se va, y deja sin trabajos a profesión".

Reafirmó esa postura, tras asegurar que "hay buenos profesionales" en Piedra del Águila, pero "falta una decisión desde arriba para poder traccionar a la localidad". "Mirá se puede comenzar a trabajar acá con la basura por ejemplo, hacer reciclaje o un montón de cosas que los vecinos están capacitados y nos haría un bien a todos", ejemplificó.

Si bien el eclipse "intentó ser una entrada económica" a la localidad", la situación epidemiológica empeoró drásticamente. Hasta el 14 de diciembre, había 202 contagios y esa cifra, en poco más de un mes, ascendió en un 154 por ciento, con 515 positivos acumulados de los cuales 74 están transitando la enfermedad.

Esto significa que desde que se produjo el fenómeno, por el que llegaron personas de varios puntos del país, se registró un brote de casos que aún no fue controlado.

"Yo por suerte estoy bien, tengo mi huerta y nos cuidamos mucho. Intento moverme los menos posible", concluyó Hipólito "Polo" Zuñiga, el hombre que le ganó al viento.


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