Las hipotecas españolas y, especialmente, la regulación nacional han estado bajo la atenta mirada de las instituciones europeas a lo largo de los últimos años. Desahucios, sentencias comunitarias y reformas legislativas salpicaron la última legislatura en España
Ahora bien, si dejamos a un lado las cuestiones legislativas más polémicas, ¿dónde se sitúan las hipotecas españolas frente a las europeas?
La evolución de las hipotecas en Europa en los últimos meses
El tipo de interés medio de las hipotecas europeas se ha situado en el 2,23%, de acuerdo con la nota de prensa publicada por el Banco Central Europeo en el mes de marzo de 2016. Así pues, la variación a lo largo de los 6 meses anteriores ha sido prácticamente inexistente. No en vano, en septiembre del año pasado, esta misma institución informaba de un interés del 2,22%. Puede apreciarse un ligero ascenso que confirma una leve recuperación que ya comenzó hace más de 1 año. En cualquier caso, los intereses siguen estando considerablemente bajos respecto a épocas recientes.
La guerra de las hipotecas continúa en España
De acuerdo con las previsiones del Observatorio de la Financiación Familiar de la entidad Agencia Negociadora, este año será testigo de hipotecas variables con tipos Euribor + 0,5%. Por otro lado, actualmente el tipo fijo se mantiene próximo al 2,5% anual para hipotecas a 20 años. Estas cifras y la más que previsible estabilidad de los bajos tipos de interés del dinero permiten presagiar unas hipotecas españolas cada vez más baratas.
Algunos de los ejemplos más notables de esta pronunciada reducción de los precios de las hipotecas los podemos encontrar en:
- Hipoteca Kutxabank: Con un diferencial del 0,90%
- Hipoteca Freedom de Banco Mediolanum, Hipoteca Santander e Hipoteca Naranja de ING Direct: Con un diferencial del 0,99%
Utilizando herramientas gratuítas como el simulador hipotecario de Busconómico, puedes calcular la cuota resultante en estos y otros préstamos hipotecarios del mercado.
Por supuesto, los tipos indicados aquí arriba están supeditados a la suscripción de una serie de productos bancarios de la propia entidad, entre los que se cuentan seguros del hogar, seguros de vida, uso anual de la tarjeta de crédito por un importe mínimo, domiciliación de la nómina, etc. En el caso de no desear aceptar este tipo de vinculaciones extraordinarias con el mismo banco, normalmente el interés se ve incrementado entre un 0,50% y un 1% respecto al ofrecido en la promoción básica.
Dicho esto, no es descartable la llegada de reformas legislativas radicales que desvirtúen por completo la tendencia actual en el mercado español. En ese sentido, las decisiones que tome el nuevo ejecutivo tendrán mucho o poco que decir.
Las hipotecas españolas están más baratas que la media europea
Las hipotecas más baratas de Europa están repartidas entre Suecia, Alemania, Lituania, Finlandia y Luxemburgo, donde los tipos están situados por debajo del 2% TAE, un umbral del que la banca española aún no ha bajado. Sin embargo, la mayor parte de países de la zona Euro se han estancado en tipos de interés en torno al 2,5%.
Teniendo en cuenta que ya es posible ver en España, hipotecas a tipo fijo en torno al 2% es fácil concluir que el consumidor español goza de ciertos privilegios en este sentido. Esto unido a la deflación que ha caracterizado a la evolución de los precios a lo largo de los últimos años, no hace sino dar argumentos a los españoles que han comenzado a regresar el mercado inmobiliario en busca de alguna ganga.
Más allá de las cifras absolutas, debemos tener en cuenta que el poder adquisitivo de los españoles se ha mermado durante los últimos años como consecuencia de la crisis económica y el deterioro de las condiciones laborales. Se trata de una variable que no debe ser dejada de lado a la hora de valorar la idoneidad de las hipotecas nacionales respecto a las del resto del continente. Después de todo, tan importante como el precio de la hipoteca, es la solvencia que se tenga para pagarla.
Conviene recordar que el inicio de la crisis económica tuvo lugar, en buena parte, como consecuencia de la financiación de activos inmobiliarios en condiciones absurdas y sin la adopción de las medidas adecuadas por parte de los bancos de cara a garantizar la solvencia de sus clientes.
Con el estallido de la crisis, la banca española congeló la financiación y comenzó a hacerse con un gran número de inmuebles, antigua propiedad de sus clientes más desafortunados. Ahora que los vientos soplan a favor de la economía, las entidades financieras españolas no sólo han abierto el grifo, sino que han comenzado a sumergirse en una nueva guerra de captación de clientes que ha terminado por situar al sector considerablemente por debajo de las cifras en el resto del continente. Pese a las reformas legislativas impuestas por la justicia europea, y que debilitan la posición de la banca, las diferencias entre las hipotecas españolas y las europeas se han ido agudizando con el paso de los últimos años. Veremos cómo termina esta historia.
Imagen |Pixabay
También te recomendamos:
¿Tienes dudas sobre los tipos de interés de las hipotecas? Primer acuerdo en Europa para financiar la innovación ¿Qué es un leasing? ¿Qué son las cédulas hipotecarias?