Baltasar Garzón, en la sala del Tribunal Supremo.
(Fuente: diariodeavisos)
Por razones fácilmente comprensibles, la justicia es bastante mal valorada por los ciudadanos en general. Cuando se produce un juicio mediáticamente relevante (porque el juzgado es una persona muy popular, porque se juzgan hechos que han generado alarma social,...) cada cual tiene su veredicto preferido, mucho antes de que se publique una sentencia firme.