Varios cronistas y geógrafos, afirman que la fundación de este pueblo en la pre-romana Carpetania, fue anterior al periodo de la dominación romana, no faltando quien lo atribuye (no se sabe porqué) a los israelitas expatriados a la cautividad de Babilonia. Lo que si esta comprobado es que los romanos la habitaron, apenas pudieron consolidar su dominio en esta belicosa comarca. Restos de esta civilización romana se pueden ver aún, hacia el sitio llamado de los “Maniples” y sobre el arroyo Tabalón, un puente denominado de las Barguillas, de indudable construcción romana.
Por las cercanías de esos mismos sitios Los Maniples, existen algunos dólmenes que parecen restos de sarcófagos, indicios primitivos de la civilización celtiberia.
Que los moros la poseyeron largo tiempo, teniendo una época durante la dominación árabe de verdadera importancia, nos lo indica su nombre “ALMOROX”, antes Almoroyo o Almoroyuelo, que es de procedencia árabe, significando “Los prados”; formo parte del distrito de Alfamin, que así llamaban los árabes a lo que hoy es Alamín; igualmente comprueban la estancia y permanencia de los árabes en este termino, ciertos nombres de diferentes sitios que se siguen conservando en la actualidad y por lo mismo se les denomina, como “La Fuente de la Mora”, “El Arroyo del Moro”, “El Prado del Moro”, “Senda de los Judíos”, “Valdejudios”, y bien pudiera ser que estos últimos nombres dieran la idea a algunos cronistas, para afirmar o atribuir la fundación de este pueblo a los israelitas que huyeron de ser hechos cautivos por Nabucodonosor, o cuando menos su paso por esta comarca como así nos lo dicen dichos nombres.
Muerto Almamún tres años después y sucediéndole en el trono su sobrino Jaia, los toledanos pidieron al rey de Castilla y León, que como ya he dicho era Alfonso VI, que les librase de aquel tirano, iniciando de esta manera D. Alfonso VI la conquista de Toledo, engrosaban dichas tropas los 200 carpetanos, que Jacinto Álvarez Escudero, recluto en sus estados la mayor parte de Almorox, tomando Toledo dicho monarca el 25 de mayo 1085.
Años 1200-1400.-
En el año 1212, el rey Alfonso VIII concedió a Almorox el titulo de “Leal” por su comportamiento en la batalla de las Navas de Tolosa en la que según el cronista de la época y testigo presencial de la misma D. Rodrigo Ximénez o Jiménez, Arzobispo de Toledo, los almorojanos se portaron tan valerosamente, que gentes de este pueblo hicieron prisioneros a varios regulos infieles y derrotando a mucha gente de a caballo. También concurrieron los de la mancomunidad de Almorox a la batalla del Salado, que tuvo lugar en el año 1341 según se lee en la crónica del reinado de Alfonso XI.
Almorox fue un pueblo favorito por los reyes y reinas de Castilla, como nos lo demuestra que en el año1397, el día 18 del mes de marzo, hiciese donación al pueblo la infanta Dña. Juana mujer del infante D. Donís mediante escritura hecha en la localidad de Escalona de una dehesa, hoy conocida como Valdeoliva, con los siguientes datos: un mojón estaba situado en el prado de los Castillejos, otro mojón en la finca de los Herederos de Fernán Gutiérrez y va a otro mojón en una tierra de los Herederos de Albarran hasta la cuesta del Espinillo, y por la derecha el cordón va a dar en el fondo de las tejas del pueblo, sigue hasta una tierra que era de los Calonges y otro mojón en la tierra que era de los Herederos de Alfonso Janez y otro mojón en la cuesta de Joe Coca camino de Escalona.
En la misma escritura figura otra dehesa, que comprende un mojón en la fuente del Sapo hasta un mojón en la Fuente de la Jara, en una tierra que era de los Herederos de Martín Pérez, a otro mojón en una tierra de los Herederos de Rodrigo Alfonso hasta Valtoledanillo, y la senda por el camino de Toledo hasta dar al fondo de las tejas del pueblo. Existe una tercera donación del pinar de propios o común, para los menores del pueblo, que lo rige y gobierna el Ayuntamiento en beneficio del pueblo. Firmando dicha escritura siendo reina Doña Juana el día 12 de noviembre de 1406, en Escalona y selladas las dos escrituras con su sello de pera.
Indudablemente esta infanta y después Reina Doña Juana; (aunque debió reinar muy poco, pues la historia no la recoge), fue una gran benefactora de este pueblo, no se sabe porqué; pudiera ser que la uniese algún vinculo con el mismo.
Cuando el rey D. Juan II, en el año 1423, cedió a su favorito D. Álvaro de Luna la villa de Escalona, trocándola por la de Alfaro, Almorox fue agregado como anejo a aquel ducado y así continuó hasta el año 1566, durante el reinado de Felipe II, en el obtuvo su libertad y el titulo de Villa, por lo que gravó sus bienes de propios con un censo de 14.000 reales, levantando con este motivo una picota, de la que luego me ocupare.
Era D. Álvaro de Luna, copero mayor del rey Enrique III, lo que le permitió vivir en la corte desde joven. Su claro talento y energía (de buena fuerza y cabalgador, asaz diestro de las armas nos dice de el Pérez de Guzmán) que contrastaba con la debilidad del futuro rey Juan II, le proporcionaron la amistad y confianza de este, de tal forma que no podía separarse de él.
Presumía mucho de su linaje, no acordándose de la humildad de su madre (“de la humilde o baxa de su madre” nos dice de el Pérez de Guzmán). En efecto su madre, natural de Cañete (Cuenca) había tenido un hijo anteriormente con un alcalde apellidado Cerezuela. Este Juan de Cerezuela, hermano de D. Álvaro de Luna, llego a ser, con el apoyo del Condestable; Arzobispo de Toledo.
Ya rey Juan II, abandono totalmente las tareas del gobierno en su favorito, que en la práctica, ejerció el poder, como señor absoluto. Fue D. Álvaro de Luna un hombre muy codicioso, siempre procurando extender sus dominios, que comprendían además de la Villa de Escalona, los pueblo de Almorox, El Casar, Paredes; Hormigos, Pelahustán, Cenicientos, Crespo, Escarabajosa, Majadillas, Navahondilla, Las Rozas, Villa de la Aldea y Cadalso de los Vidrios.
En el año 1434 adquirió del abad del monasterio de Santa Maria de Valdeiglesias la villa de San Martín, a cambio de 30.000 maravedíes de renta por juro de heredad, que D. Álvaro de Luna había que entregar al monasterio. En el año 1436 compro la Villa de la Torre de Esteban Hambrán a D. López de Ayala.
Le propuso D. Álvaro a su hermano D. Juan de Ceruela, Arzobispo de Toledo, el cambio de El Alamín con toda su jurisdicción por 40.000 maravedíes de juro de heredad, aceptando la propuesta su hermano el Arzobispo y el Cabildo de la Catedral de Toledo, que era a quien perteneció dicha propiedad y se pide autorización al Papa Eugenio IV para poder realizar el cambio, celebrándose el contrato en Madrid el 16 de julio del año 1436, en una sala del Alcázar ante el Obispo de Osma, habiendo autorizado el Papa a dicho Obispo para la firma del contrato, por medio de una bula.
El rey Juan II confirmo el cambio hecho entre el Condestable y el Arzobispo por un escrito, dado en Arévalo el 22 de diciembre del año 1437; llegando con esta nueva adquisición sus dominios hasta la tierra de Segovia por Casarrubios, entonces de aquella provincia.
La segunda esposa de Juan II, Isabel de Portugal, cuya boda había sido concertada por el Condestable, se convirtió en su mayor enemiga y apoyo conjuraciones de los nobles contra el favorito. Fue condenado a muerte y decapitado en Valladolid el día 2 de Junio de 1453. Su cuerpo quedo expuesto tres días en el cadalso y su cabeza permaneció varios días mas colgando de un garfio. Su mujer Doña Juana de Pimentel, repartió sus dominios entre sus hijos.
Entristecido quizás por la muerte de D. Álvaro de Luna, el rey falleció al año siguiente.
Años 1500-1800.-
El 18 de octubre de 1588 siendo rey Felipe II, gana el concejo de Almorox un pleito al Concejo de Mesta para poder romper las lindes de las dehesas, tal como figuran en las escrituras de donación, y así hacer otra distribución para mejor aprovechamiento de las mismas.
En el año 1645 se elaboran las primeras ordenanzas de esta Villa, siendo el rey Felipe IV, siéndole presentadas y aprobadas él el día 12 del mes de septiembre de dicho año, en las que se refleja además una especie de canon o multa que habrían de pagar los ganados que pastasen en el término de la Villa. Se reunía el concejo de Almorox, por aquel entonces, en una iglesia que se llamaba de San Andrés a campana repicada, según uso y costumbre.
El 14 de noviembre de 1702 se declara libre a la Villa de Almorox de llevar pan cocido a la Corte, pues tenían la obligación de llevar 40 fanegas de pan cocido, y al distar mas de diez leguas de la capital, le presentaron una instancia al Rey, al alcalde D. Juan Francisco Villabeza y del rió y el justicia D. Alonso Caniego en nombre del Concejo de Almorox, dando la sentencia D. Dionisio de Galdós, Alcalde y Presidente de la Casa y Corte de su Majestad el Rey; teniendo que formar a cambio un deposito de 647 fanegas de trigo, según el repartimiento de ese año.
Los almorojanos en la guerra de Sucesion concurren a la conquista de Málaga y Granada, por lo que el Felipe V le concede el titulo de la Fiel Villa en el año 1710. Y por ultimo, en la guerra de la Independencia se cubre de gloria Almorox, formando con otras poblaciones las famosas guerrillas que lucharon en las batallas de Ocaña y Talavera de la Reina
El ultimo rey que visito esta villa fue D. Alfonso XIII, el 7 de marzo de 1905, a consecuencia de una avería en el coche al pasar por la Ermita siendo reconocido por León Parro Martín de Agüero, que sirvió en la Casa Real como alabardero del Rey, mando a unas chicas que estaban paseando que avisasen a las autoridades de que el Rey se encontraba en la Ermita, era el “Domingo Gordo” y se estaba celebrando la subasta del ramo, por la Hermandad o Soldadesca de Almorox y se suspendió la misma para juntos con el Alcalde, el cura de la parroquia D. Pablo González natural del pueblo, que luego seria capellán cubierto en Palacio, y la Soldadesca de las Animas subieron hasta la carretera para rendirle honores y bajar acompañado por el Alcalde y dicho cura Párroco, y escoltados por la Soldadesca, hasta la oficina de telégrafos, para poner un telegrama a la Reina madre. Posteriormente le llevaron hasta la plaza donde se estaba celebrando la subasta, fue reanudada la misma bajo la presidencia de su Majestad hasta el fin de la misma, quedando maravillado de la tradición de la soldadesca y la celebración que en esta localidad de hacia y se hace de los Carnavales, Arreglada la avería reanudó viaje a Madrid.
La Picota.-
Insigne monumento, que se alza majestuoso en el centro de la plaza mayor de la Villa de Almorox, notable entre los de su estilo por su belleza, esbeltez y buena conservación. Hecha de piedra con una altura aproximadamente de 8 metros, consta de una gradería cuadrada con cinco peldaños, a continuación una columna de unos 90 centímetros de diámetro, por encima de cuyo capitel sobresalen cuatro leones que miran a los cuatro puntos cardinales; sigue otra columna mas corta y de menor diámetro, que la anterior, que sostiene un templete de cuatro columnas jonicas estriadas. La Cubierta o techumbre del templete, interiormente tiene forma de concha y sobre dicha cubierta se yerguen cinco apéndices o remates, de piedra blanca, a diferencia del resto que es de granito. En la columna superior puede verse y leerse correspondiendo al N. un escudo con la letra “A” que es la inicial de Almorox, y en la cara sur de la misma otro escudo con la sola inscripción de1566, que corresponde al año de su construcción, al declarar Villa de Almorox Su Majestad el Rey Felipe II; siendo para esta Villa y sus habitantes símbolo de la victoria y emancipación del poder de anteriores señores.
Cuando el Rey Juan II, en el año 1423, cedió a su ministro favorito D. Álvaro de Luna, la villa de Escalona, a cambio de la de Alfaro, Almorox quedo agregado a los estados de D. Álvaro, que después heredaron los Duques de Escalona, y así continuo hasta el reinado de Felipe II, en el año 1566, como ya he indicado.
Reinaba en esta época el monarca fundador de El Monasterio de el Escorial, en cuya biblioteca aparecen estos datos: Fue juez veedor y contador de toda la fabrica en las obras, Andrés de Almaguer, de origen hebreo y natural de Almorox, al que se unió por mandato del Rey para llevar las cuentas y tener los libros el P. Fray Juan de San Jerónimo, religioso laborioso y entendido, autor de unas memorias manuscritas que se conservan en la biblioteca del Monasterio del Escorial.
Consta en ellas que al principio del año 1563, a pesar de la multitud de operarios y buena dirección de la obra por los maestros encargados de las mismas, al tener que acudir Felipe II a las Cortes de Monzón y tener por ello que hacer grandes gastos, fue tal la escasez de recursos disponibles para proseguir con las obras que estuvieron a punto de suspenderse a no ser por el contador Andrés de Almaguer, que con sus muchos conocimientos financieros y claro talento proporciono los medios de adquirir numerario para la continuación de las obras. Nada dicen de las Memorias de los medios que hubo de emplear el contador para proporcionar las cantidades necesarias a la prosecución de la obras, cuya suspensión hubiera llenado de tristeza a muchos obreros y familias acarreando grandes perdidas o quizás paralizándolas, como por esa apoca y por la misma causa se paralizaron indefinidamente otras obras.
Cualesquiera que fueran aquellos medios, dice el escritor D. Antonio Redondo en su obra monumental Historia Descriptiva, Artística y Pintoresca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, publicada en 1860, que debieron de llenar de jubilo a Felipe II, puesto que años mas tarde tuvo ocasión de recompensar sus servicios al almorojano Andrés de Almaguer, concediéndole una pensión a los hijos de este, según datos que constan en el libro de actas capitulares de la Comunidad.
Como los vecinos de Almorox sufrían frecuentes vejaciones de los Justicias de Escalona, el 17 de febrero de 1566 pidió el pueblo de Almorox al Duque de Escalona, que lo era a la sazón D. Francisco Pacheco, que impetrara para Almorox la exención y el titulo de la Villa, conformando el que concedió el Rey Alfonso VIII, por el comportamiento de los almorojanos en la batalla de las Navas de Tolosa.
Enterado de estas vejaciones Felipe II, sin dudas confirmadas por su secretario Andrés de Almaguer, el Rey concedió dicha exención y titulo por Célula o Carta, en pergamino fechada en Uclés el día 11 de abril del mismo año 1566, autorizando a tener justicia propia y demás gobierno como cualquier otra villa del Reino, y según costumbre poner horca, picota, cuchillo, cárcel, cepo y otras insignias de jurisdicción que solían y pedían tener las otras villas según se puede leer en dicho pergamino.
Consiguiendo al fin y de esta manera su emancipación del feudo de Escalona, al que perteneció desde los tiempos de D. Álvaro de Luna.
Contaba el entonces anejo de Almorox (hoy Villa de Almorox) con un censo de quinientos cinco vecinos, según el censo realizado por Andrés Calderos, por mandato del Duque de Escalona, D. Francisco López Pacheco, que Picio como compensación económica la cantidad de 6.000 maravedíes por cada vecino.
Los Justicias que impetraron al duque de Escalona la exención, para su separación de la villa de Escalona, según consta en el pergamino, Fueron: Juan González Testillano el Alcalde y Antonio Bilbestre, Francisco López, Pedro Soriano y Francisco Sánchez como vecinos; por parte del Duque, le represento el licenciado Santander, alcalde mayor del dicho Duque; por parte de su majestad fueron, Antonio Sánchez de la Torre como escribano, Miguel Becerra y Pedro Calderón sus procuradores.
Refrendo la Célula Pedro del Hoyo, secretario de la Casa Real y fue librada por los del consejo de Hacienda y tomo la razón de ella Francisco de Garnica, contador real, y sobre todas se lee la firma del Rey Felipe II en la que se lee YO EL REY.
Fuente: http://www.actiweb.es/ampa_almorox/pagina3.html