Fue fundada por los árabes a finales del siglo VIII; ellos erigieron el insigne Castillo de Mahul.
Del vocablo árabe "borosso" que significa barro rojo, fue fundada por los árabes a finales del Siglo VIII, su ubicación en la vía sacra musulmana, que finalizaba en la Puerta de Visagra y dio origen a la comarca de la Sagra, le proporcionó una enorme prosperidad en la Edad Media. Reconquistada por Ramiro II a principios del Siglo X, posteriormente Alfonso VIII la cedió a su mayordomo Rodrigo Gutiérrez y éste a su vez, a la Orden de Calatrava.
Perteneció a Madrid hasta la división territorial de Javier de Burgos; los criterios racionalizadores de la nueva división provincial incluyeron en la provincia de Toledo alguno de los términos que habían formado parte del Sexmo de Casarrubios.
Borox fue una venta situada en lugar conocido como "La Alhóndiga", levantada para dar de yantar a los viajeros que se dirigían a Toledo desde las tierras de la Alcarria. La importancia de la ciudad del Tajo fue aumentando en la España musulmana y, a la vez, el trasiego de gentes que a ella se encaminaban a comerciar o en busca de fortuna.
La venta se fue quedando chica, y en su entorno surgieron posadas, mesones, un mercado y las primeras viviendas, por lo que, poco a poco, se fue formando una ciudad que, más tarde, y debido a las inundaciones que se producían al estar junto al río, se trasladó a la parte más alta del valle, zona en la que actualmente se asienta Borox.
Pero no se debió solo a ser camino de viajantes y a poseer un castillo el auge de Borox. Su ubicación en la vía sacra musulmana, que finalizaba en la Puerta de Bisagra, la cual dio origen a la comarca de La Sagra, le proporcionó una enorme prosperidad en la Edad Media. Baste con decir que sobrepasaba los cinco mil habitantes.
Borox perteneció en un principio a los árabes, siendo reconquistada por Ramiro II a principios del siglo X, posteriormente, en 1179, Alfonso VIII otorgó la mitad de la Villa a su mayordomo Rodrigo Gutiérrez, y la otra mitad a la Orden de Calatrava.
El pueblo tiene un trazado irregular, con casas de tipo historicista y reminiscencias de estilo isabelino que, generalmente, poseen dos alturas, con huecos regularmente dispuestos y paramentos con diversos motivos ornamentales (recercados, impostas, cornisas, etc...).
En el siglo XVIII fue levantado el actual Ayuntamiento, edificio de gran interés del que damos reseña gráfica en otra sección de esta web, y que se erige sobre unos arcos de origen árabe.
Y en la noche, bajo la luz de los faroles, pueden evocarse tiempos de arrieros y posadas, de imágenes y mercaderes, a la vez de admirar los antañones caserones que custodian la monumental iglesia.
Fuente: http://www.ayuntamientodeborox.com/historia-de-borox.htm