En los años 70 despunta en el panorama español una cada vez más obvia preponderancia de los cómics norteamericanos (de la mano de editoriales como Novaro o Vértice), pero lo cierto es que en la segunda mitad de dicha década, su popularidad es ya arrolladora. Como no podía ser de otro modo, Bruguera no es ajena a este hecho.
Novaro y Vértice: editoriales pioneras del cómic superheróico en España
Así, en 1977, la editorial se pone las pilas y adquiere los derechos para la publicación en España de la adaptación a cómic de la película Star Wars realizada por Marvel Comics. En el paquete adquirido, se incluyen también las series La Mosca Humana, 2001: La odisea del espacio y Ka-Zar, que Bruguera empezará a editar al año siguiente en el mismo formato de comic books de 20 páginas.
Lo curioso es el distintivo de sus portadas, que reza "Publicación para adultos". Estas colecciones son ofrecidas alternando su numeración sin regularidad fija hasta el número 38, momento en el que se suspenderá la publicación de todos los títulos, quedando las tramas argumentales de las series en suspenso.
Varios meses después, aparecerá el número 39, pero ahora ya con mayor paginación, distinto diseño de portada y distinto material en su interior, dado que ahora se traducen exclusivamente comic books de DC Comics, generándose dos colecciones: Superman y Batman.
También, a raíz del éxito de la película Superman (1978), Bruguera vuelve a mover ficha y adquiere más material de este personaje y otros de DC Comics, lanzando nuevos comic books de periodicidad semanal y 36 páginas por entrega que durante un tiempo llevarán la etiqueta Super-Acción.
Esta colección comenzará dándole un gran protagonismo al Hombre de Acero, aunque posteriormente también incluirá otros muchos personajes de DC tales como La Mujer Maravilla, Flash, Liga Justiciera (curiosa traducción para La Liga de la Justicia), Batman, etc.
En 1980, Bruguera vuelve a publicar material de la Marvel Comics, pero en esta ocasión será ya de personajes mucho más populares: Spiderman y La Masa (sí, en este momento en nuestro país aún le llaman así a Hulk). Su número de páginas y su precio también se incrementan. Como dato, cabe apuntar que a pesar de su éxito, la colección está horriblemente editada, mostrando unos chillones colores de imprenta, así como una anodina rotulación mecánica, y lo que es peor: haciendo gala de una caótica (falta de) cronología.
Al año siguiente, en 1981, aparece una nueva línea, tamaño bolsillo, que también se hará enormemente popular: los llamados Pocket de Ases. El pequeño tamaño de estos álbumes condiciona que la traducción se vuelva telegráfica, y más por cuanto la rotulación sigue siendo mecánica; las viñetas son recoloreadas en muchos casos y la edición manipulada hasta el punto de eliminar directamente páginas de las historietas originales con el fin de ajustar drásticamente la paginación. Otro defecto notable de los Pockets será la mezcla indiscriminada de personajes de Marvel y DC indistintamente, así como de alguna otra editorial, confundiendo en ocasiones al lector que a menudo no sabrá distinguir la diversa procedencia de dichos materiales.
La serie llegará a constar de 39 títulos, repartidos del siguiente modo: seis son dedicados a Spider-Man y otros tantos a La Masa (Hulk), cinco a Los 4 Fantásticos y otros tantos a Flash Gordon, cuatro a Conan, tres a El Príncipe Valiente y otros tantos a Mandrake, el Mago, dos a Batman y otros tantos a Los Defensores. Caso aparte fue el de Superman, Dazzler y El Hombre Enmascarado (The Phantom), quienes tendrían que conformarse sólo con uno para cada uno de ellos.