En primer lugar, la Ética trata de asuntos que nos atañen inmediatamente, frente a la Historia de la Filosofía o la Filosofía a secas, de lo que se deduce que sería más conveniente su presencia en aquellos cursos donde los alumnos más parecen necesitarlos, los adolescentes de 15 años, sin embargo, los asuntos más urgentes sólo pueden ser tratados teóricamente después de tener cierto hábito en resolverlos (a no ser que la asignatura que se imparta en 4º de la ESO se denomine Educación ético-cívica, pero, entoces, esto no es una asignatura filosófica, no sé lo que es,pero sé lo que no es, por mucho que el legislador se empeñe). La Historia de la Filosofía, es una introducción a la Filosofía indirecta, que permite entrar en los problemas explicando algo de Historia, de Geografía, de Literatura, o de los relatos que se cuentan a propósito de los filósofos. De este modo la Filosofía queda presentada como historias particulares, de las que difícilmente puede aprehenderse una Filosofía universal.
Los conceptos que presentan los filósofos del pasado pueden, en un segundo curso, combinarse con la Filosofía que analiza el presente. Esta es la perspectiva que podría adoptar, la Filosofía en 1º de Bachillerato, y que reclama cierta universalidad, capaz de reinterpretar el pasado. Utilizar esos conceptos desde el presente y para el presente.¿ Hay alguna Filosofía capaz de imitar lo que hicieron otros en el pasado? La respuesta es que tiene que haberla sino la Filosofía es letra muerta. Pero esta pretensión de universalidad, no puede más que estar en confrontación con otras Filosofías que reclaman dicha universalidad.
Lo difícil es imitar el ejercicio filosófico, el que reclama los modelos del pasado, se enfrenta a otras perspectivas del presente, y que difícilmente se puede hacer al modo del arte o de la ciencia. El ejercicio filosófico es un ejercicio solitario, que reclama al individuo, en realidad al ciudadano, que es consciente de la inmediatez de sus problemas más acuciantes, y que, sin embargo, necesita dar un rodeo por toda la Historia, confrontar con el presente y, sin embargo, repetir lo que no puede repetirse en sentido estricto, la acción de ejercitar la Filosofía como lo dramatizó Platón, siguiendo la figura de Sócrates. La Filosofía es algo tan absurdo como ser consciente de que hay que huir ante el inminente fuego, que pone en peligro mi vida, y sin embargo, hay un problema que no sé exactamente en qué consiste pero que he de resolver antes de huir (Video insertado, a partir de 6.27). En esta acción singular, absolutamente estúpida, se juega la Filosofía, bueno la Ética.