Historia de la lengua y la raza según el nacionalismo

Publicado el 03 abril 2014 por Vigilis @vigilis
Un par de comentarios sobre la conferencia «Contra el galleguismo», de Pedro Insua, que tuvo lugar en el Centro Riojano de Madrid (vídeo). Esta conferencia es prácticamente calcada a la del mismo autor que tuvo lugar el verano pasado en el curso de verano «El Reino de la Cultura» y que llevaba por título «Cultura y Nación en el Romanticismo alemán y su influencia en la formación de la idea de nación fragmentaria en España» (vídeo). No voy a tratar de negar ninguna conclusión sino matizar dos cosas. Bueno, una y media.
Por qué publica Galaxia «Da esencia da verdade»
La primera es cuando habla de la traducción al gallego de «De la esencia de la verdad». Cuando en 1950 se funda la editorial Galaxia, uno de los primeros libros en ser publicados es este opúsculo de Martin Heidegger, uno de los filósofos alemanes que más éxito cosecho durante el nazismo. Dudo que hubiera traducción al castellano de esta obra en España (aunque en Cuba al menos en el 52 ya la habían traducido). Hay que recordar al lector que la editorial Galaxia es una editorial mitificada que en los libros de texto de lengua gallega se la pone en un altar por "recuperar la lengua".

Qué gente tan simpática.

La tesis del señor Insua es que como estos galleguistas eran nazis, en cuanto tienen una editorial lo primero que hacen es editar a Heidegger. Hay parte de verdad aquí (estos galleguistas tienen muy cerca todos los asuntos raciales que se trataban en los años 20 y la fascinación por el nazismo superó incluso los horrores que luego se vieron). El caso es que he accedido a la nota editorial que acompaña la edición de 1955 de la editorial Galaxia de «Da esencia da verdade» y dice así:

O cultivo da língoa galega como instrumento de cultura, decote incrementado con novos vidros, conta con unha brilante tradición no campo da espresión poética e comenza tamén a tela no da prosa literaria. Pola contra, como instrumento espresivo do pensamento filosófico culto carece aínda de tradición.
Ó traducíremos Vom Wesen der Wahrheit, de Martín Heidegger, quixemos contribuir á aitual iniciación do noso idioma niste campo fundamental da espresión cultural. Coidamos que o ter acreditado eficaz aptitude espresiva diante de un pensamento filosófico tan sotil e riguroso como o de Heidegger, garantízalle ampliamente á lingoa galega a posesión das máisimas posibilidás pra a manifestación de un vigoroso e rico pensamento orixinal. Que ista tradución veña a arrequecer tales posibilidás é a única cobiza que nos movéu a facela.

Es decir, aquí los editores dicen que eligieron esta obra no para sostener los cimientos ideológicos del nazismo sino para demostrar que el gallego podía ser lengua de pensamiento, lengua de filosofía. Y eligen a Heidegger precisamente como reto (Heidegger es un fuera de serie escribiendo pajas mentales, un número uno del hablar de cosas que no se pueden medir en newtons o pascales). Bien es verdad que también nos podemos preguntar por qué eligen a Heidegger y no a otro, pero bueno.
Por lo tanto queda aquí por lo menos una pequeña duda o matiz: tal vez los fundadores de la editorial Galaxia no fueran nazis (o sí lo fueron, pero no por lo dicho aquí llegamos a esa conclusión).
Hay muchas cosas interesantes (no) que comentar sobre el reinicio de la publicación en gallego bajo el franquismo. La mitología que enseñan a los niños en la escuela es que bajo el franquismo el gallego estaba prohibido y sólo un grupo de gallegos "concienciados" lograron contra viento y marea sacar adelante la editorial Galaxia en el 50 y a partir de ahí "fornecer" la lengua. Sobra decir que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Esto no existe.

Lo que trata la historia nacionalista de la lengua gallega no es de la lengua gallega sino de los "fornecedores". Sólo así me explico que maltraten la historia de mi lengua, omitiendo los pasajes que no les interesan. Por ejemplo, lo que se escribía en gallego durante los "Siglos Oscuros". Claro, hablar mucho de que entre Isabel la Católica y Rosalía de Castro se siguió escribiendo en gallego, se carga la fantasía de esos cuatro siglos de oprobio y dominación castellana. Se les acabó el cuento.
Una vez en el siglo XX, repiten que el gallego resurge tras la guerra con la editorial Galaxia en 1950. Aquilino Iglesia Alvariño publica en 1947 «Cómaros verdes», pero como no lo hizo en una editorial de la cuerda "fornecedora", que le den por saco (y así tantos otros, el diario «La Noche» publica poesía gallega también en los 40). Y en este punto hay algo muy curioso que me gustaría comentar porque evidencia la arrogancia del mal historiador. Dicen que entre el 36 y el 50 los franquistas no dejaban publicar en gallego (se conoce que en el año 50 les dio un aire y luego dejaron, bueno, no en el 50, antes) porque eran malvados españolistas y no tenían mejor cosa que hacer. Tal vez, y sólo tal vez, la explicación de la caída en publicaciones en gallego entre el 36 y el 47 pueda ser explicada de forma no ideológica.

Esto es producto de tu imaginación.

Según tengo entendido, entre 1936 y 1947 en España se pasaban canutas. Mi loquísima tesis es que no había dinero, demanda, ni recursos para publicar en gallego. Ya veis, soy un rebelde que dice cosas muy locas. Los periódicos tenían dos hojas, puede que la producción de papel estuviera un poquito mal. Puede que la gente que agarraba con fuerza su cartilla de racionamiento tuviera otras cosas en las que pensar. Vamos, que puede que alguien nos esté colando basura mitológica en los libros de texto. Seguro que si vamos a las estadísticas de publicación en castellano también pegan un bajón en la época del hambre. Repito: época del hambre.
Ah, no, pero hay una conspiración. Ya. Una conspiración que dura ocho años. Fijo. En el año 43 se estaba publicando en catalán, por cierto. A ver cómo explican esto (no lo explicarán).

Fantasmagoría. No cliques en la imagen para agrandar (me consta que estos vocabularios se hicieron para gallego, vasco y catalán. No solo por haberlo leído en Internet, sino por haber tenido uno de gallego en mis manos. Se trataban de reediciones de manuales de 1934).

El problema de decir estas cosas en público es que alguien puede pensar que "defiendes" de alguna forma al franquismo y que ignoras que la lengua se utilizó como excusa para reprimir. Es evidente y son innumerables los testimonios de ex-niños que en la escuela de la posguerra eran castigados por hablar gallego (único idioma que conocían, no es que esos niños fueran defensores de ninguna idea mítica). Sin embargo, la política de censura del régimen de Franco no tenía como objetivo prohibir lo que el propio régimen llamaba "lenguas vernáculas". La censura iba más enfocada a prohibir aquello que fuera contra el régimen (cosa normal) y contra la Iglesia. El matiz es importante y debe verse a la luz de la prohibición del empleo oficial de las lenguas vernáculas que se decretó durante la guerra (decretos de tiempos de guerra que hasta la posguerra no prescribieron. Tampoco olvidemos que al término de la Segunda Guerra Mundial el régimen de Franco era duda, como Torres con la selección y tardaron en cambiar las leyes).
Por cierto, podéis leer La traducción al gallego y la censura franquista, de Xosé Manuel Dasilva, que trae ejemplos de censores que dejaban publicar unas obras en gallego pero no otras. Llama la atención que el mito de la prohibición de las lenguas continúe cuando las pruebas documentales en sentido contrario son numerosísimas. Pero como dije antes no se trata de hacer una historia de la lengua, sino una historia de los "fornecedores". A la lengua que le den por saco. Si a los separatistas les importara la lengua, la hablarían. Vamos, digo yo.
Conflicto racial
Volvemos a la conferencia «Contra el galleguismo» del señor Insua. Y mi segundo comentario viene a cuento de cuando habla del racismo. Endiosados autores gallegos desde Murguía hasta Risco hablan con frecuencia de la raza gallega, de la raza celta. Estos autores identifican su supuesta raza y no dicen que es una raza normalita, sino que es la mejor. Todavía no conozco a un autor racista que diga que su raza sea una basurilla. No, su raza siempre es la más guay.

Si uno se va a otros racistas coetáneos como Prat de la Riba resulta que se identifican con otra raza y —adivinad— su raza es la mejor. Dice Pedro Insua que carece de sentido que unos y otros se pongan como ejemplo de razas superiores porque eso implica contradicción. Mi matiz es que el conflicto racial no se da entre estos sino contra el español o castellano. Reconozco que es un matiz cogido por los pelos, ya que los celtistas hablan de esos morenos fenicios semitas donde incluyen a los híbridos mediterráneos (por tanto, a los catalanes).
Sin embargo podemos encontrar ejemplos de "coexistencia pacífica entre las razas superiores". Así, en el número 33 de Nosaltres Sols! publicado el 21 de noviembre de 1931 hablan sobre la degeneración racial que supone que un catalán tenga hijos con un español (y cómo influye que la "catalanidad" venga de parte de madre o de parte de padre. En serio, hablamos de gente que está como una regadera) y aportan sus soluciones ante la amenaza del mestizaje. Cito:
Primero. Ningún catalán ni ninguna catalana dignos de tal nombre, admitirán unión matrimonial con individuo español o hijo de españoles.
Segundo. En el sentido de catalán consideramos no sólo el de catalán propiamente dicho (catalán estricto, valenciano, balear, pitiuso —islas Pituisas—, alguerés y catalán del Rosellón), sino que también el hijo de tierras occitanas (Gran Cataluña, Provenza, Foix, Languedoc, Auvernia, Bearne, Lemosín, etc.).
Tercero. En el sentido de castellano entenderemos: castellano nuevo, castellano viejo, leonés, extremeño, andaluz, asturiano, murciano y aragonés (se exceptúan las tierras fronterizas a menos de 100 kilómetros) y los nacidos de castellanos en Marruecos, Canarias, Río de Oro, Sahara español, Guinea y otras posesiones españolas o en cualquier país del mundo.
Cuarto. Consideraremos anticatalanas tales uniones, salvo los casos de ser atenuadas por uno o más enlaces anteriores, y como a tales las combatiremos.
Quinto. Declararemos mal catalán al que después de haberle hecho tales reflexiones, efectúe el matrimonio.
Sexto. No olvidaremos que sin una sangre limpia, virgen de cruces sanguíneos, es imposible hacer nada de provecho.
Séptimo. Y no olvidaremos que si Cupido, ciego como es, quisiera herirnos en este sentido, que si el amor es grande, cosa inmensa, y la pérdida una terrible desgracia, Cataluña ha de ser nuestro Amor Supremo y que Ella está por encima de todo. Firma. José Genovés Moles.
Fin de la cita.
Ya digo que es un pequeño detalle pero no debe pasarnos por alto. Dentro de lo que consideran "castellano" están excluidos gallegos y vascos (y canarios, jiji). Por lo tanto, la unión entre catalán y gallego o entre vasco y catalán es posible. Aquí no hay choque. De alguna manera reconocen que son también razas superiores que no van a degenerar su especie. O tal vez piensen que esas uniones serán estériles, que también puede ser.

Fijaos en Granada y en Hungría.

Esta idea de posibilitar la mezcla entre las razas superiores sólo la he encontrado en autores catalanes (y de forma muy tardía, en el 31). Entre autores gallegos sin embargo no encuentro esa posibilidad de mestizaje. Lo que sí encuentro son contradicciones de otro orden. Como en Eduardo Pondal en su poema "Da Raza" (De la raza):
Vós sodes dos cíngaros
Dos rudos iberos,
Dos vagos xitanos,
Da xente do inferno;
Dos godos, dos mouros
E alarbios; qu'inda
Vos leven os demos.
Nós somos dos galos,
Nós somos dos suevos,
Nós somos dos francos,
Romanos e gregos.
Nós somos dos celtas,
Nós somos galegos
Vosotros, castellanos, sois cíngaros, íberos, gitanos, infernales, godos, moros y salvajes. Nosotros, los gallegos, los celtas, somos galos, suevos, francos, romanos y griegos. Es más Pondal en sus poemas habla de la "voluntad homérica" es decir, que el tema clásico no es casual. Como decía antes, las contradicciones son evidentes por sí mismas y no hace falta hurgar.

Señales de tráfico en Galicia: silenciosas trabas al desplazamiento de tropas invasoras. :)

Nótese también que la clasificación racial es variable. Aquella cita de los catalanes metía a los asturianos como raza inferior, sin embargo Castelao los considera raza superior, así, en «Sempre en Galiza» comenta cuando habla de la gitanización y el señoritismo castellano (¿?):

Hoy el irrintzi vasco, el renchillido montañés, el ijujú astur, el aturuxo gallego y el apupo portugués están vencidos por el afeminado Olé... Pues bien; los gallegos espantaremos de nuestro país la "plaga de Egipto" aunque se presente con recomendaciones... porque somos la antítesis de la golferancia y del señoritismo, de la gitanería y del torerismo.

Hay aullidos superiores al "afeminado" olé y entre estos está el ijujú astur (astur, no asturiano, ojo). Pero las contradicciones no acaban aquí. Comenta Vicente Risco en su «Teoría do nacionalismo galego»:
Sea por la mejor adaptación a la tierra, sea por la superioridad de la raza, lo cierto es que ni la infiltración romana, ni la infiltración ibérica consiguieron destruir el predominio de elemento rubio centroeuropeo en el pueblo gallego.

Los romanos se infiltraron para degenerar la especie, pero Pondal decía que nosotros somos los romanos. Un lío. Vicente Risco en esta obra y otras, alaba a la raza vasca (dice que tienen teléfonos porque su sangre es caliente y cosas por el estilo). Así que es curioso cómo a cierto nivel existe una camaradería racial en estos autores. En lo que coinciden todos es en que el castellano es un ser degenerado, un subproducto híbrido y causante de las desgracias de todos. Que las principales empresas gallegas a comienzos del siglo XX estuvieran en manos de catalanes y que la política de la Restauración fuera dirigida por gallegos, es un detalle que pasan por alto por alguna razón que desconozco.
Y es que hay otro tema en el que ahora no voy a entrar pero que os puedo adelantar: el castellano no es el mayor enemigo del gallego "concienciado". Es el gallego no concienciado el mayor enemigo. El enemigo interno. Por esto no me resultó agradable que la conferencia se llamara «Contra el galleguismo», pues esta palabra acepta varios significados. Uno de los cuales sirve para identificar políticamente al que se enfrenta al separatismo dentro del ámbito autonómico. Es decir, precisamente el enemigo interno del separatista. Dicho de otro modo, los primeros que van a cargarse en cuanto los buenos cedamos un poquito. Pero este tema da para mucho más y por hoy vale. No os olvidéis que Cartago debe ser destruida.
Televisión Española. Atentos a la locutora: