Historia de los portabebés y las sillas de paseo (1)

Por Bebemon

A lo largo de la Historia y las civilizaciones han sido muchos los modos de llevar consigo a los niños.  Se pueden dividir en grandes grupos:

  • Sobre el cuerpo del adulto: mochilas portabebés, fulares, pouch o sling (tipo hamaca), bandoleras… (ver aquí las diferencias)
  • Los que llevan ruedas: sillas de paseo, cochecitos clásicos, evolutivos, gemelares…
  • Cestas
  • Complementos de porteo para la bicicleta
  • Alzadores para el asiento del automóvil

Así podemos encontrar en antiguas culturas algunos sistemas de porteo para largas distancias que eran mitad trineo, mitad litera, parihuelas o angarillas. Hechas de madera y fibras vegetales o pieles, podían ser arrastradas por caballos, perros u otros animales de tiro. Es el caso de los indígenas americanos, pero también de los innuit y de variados pueblos euroasiáticos que encontraban así un método para moverse en largas llanuras.

Foto: Wikimedia Commons

Más adaptables eran los portabebés pegados al cuerpo, en cualquiera de sus modalidades. Se conocen imágenes usándolos que datan del Egipto de los Faraones. Prácticamente todas las culturas indígenas los han usado, buscando compensar la comodidad de la madre con la seguridad del bebé.

Son un ejemplo las “cunas portátiles” o cradleboard, que constan de un armazón protector rígido y no excesivamente pesado, generalmente de madera; un reposapies; un arco protector de la cabeza no solo para evitar golpes sino para proveer sombra; un lecho de fibras vegetales y textiles que sirven como pañal, algunas con propiedades antisépticas; y unas tiras que mantienen sujeto al bebé.

 

 

Fotos de 4 cradleboards: Wikimedia Commons

Los estudios etnográficos indican que lo tradicional es llevar al bebé a cuestas hasta que comienza a caminar, aunque existen madres que lo prolongan hasta transcurrido de largo el primer cumpleaños.

Los portabebés pegados al cuerpo han permitido desde tiempos inmemoriales tener controlado al bebé y dotar a la madre de la libertad de movimientos suficiente para realizar las tareas cotidianas. El uso del portabebé sólo para paseo y con un uso compartido entre el padre y la madre son algo muy reciente, que aún no llega a los 100 años.

Efectivamente, después de caer en el olvido en nuestra sociedad occidental por considerarlo algo propio de culturas no evolucionadas, no fue hasta la década de 1960 que los portabebés llegaron a Europa bajo la forma de mochilas de tela. Las ventajas de su uso motivaron la paulatina recuperación para el mercado de los paños (1970s), los slings o hamacas (1980s), los pouch (1990s) y los antiquísimos mei-tai chinos (2000s). No han tenido igual fortuna los onbuhimo japoneses o los podaegi coreanos.

 

 

Fotos: Mei Tai original chino y portabebés innuit, sioux y tibetano

Distintos de los sistemas pegados al cuerpo son las cestas. Estas no han llegado a la cultura occidental, pero fueron ampliamente utilizadas por los aztecas en el antiguo México, entre otros. El nombre para estas cestas en el antiguo idioma azteca era huacalli y aún se utilizan y siguen conociendo como huacal. Los códices del siglo XVI, escritos por misioneros, atestiguan e ilustran con dibujos las costumbres con los bebés, a los que llamaban cariñosamente “joyas preciosas” y “bonitas plumas”.

El huacal se lleva a la espalda con las tiras de soporte sobre la cabeza, siempre sujetas con las manos. Otros sistemas distintos de cestas son los chinos, que vemos en la ilustración.

   

Fotos: Sean Sprague/Mexicolore, ilustración de Felipe Dávalos

Continuación de este artículo: próximamente en un nuevo post. Esta vez sobre las sillas de paseo.

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