Historia de telegrafos

Publicado el 12 marzo 2011 por Aquilescuervo
Por el Boulevard de Montparnasse hay un Oficina de Telegrafos (solo por eso podríamos llamarlo Sunset Boulevard). El servicio aún funciona, pero el trámite es un tanto engorroso, o para decirlo en otros términos, uno puede enviar un cable telegráfico siempre y cuando tenga una dirección valida a dónde enviarlo. Es decir, se puede enviar un cable -en teoría-, lo que no se puede es recibirlo, pues ya nadie tiene una dirección habilitada para ello!
Esta historia (para una película de Fritz Lang o, mejor, de Kubrick) me hizo pensar que quizá en el futuro pasará lo mismo con el email. Tal vez un espacio como el blog siga navegando más allá de otras formas más inmediatas de comunicación como el tweet.