Historia de tren.

Por Tayi Tayi Fonseca @TayiFonseca

Se descubrieron y por primera vez se miraron como nunca. Habían estado juntos por más de 11 once semanas, sabían sus gustos, conocían cada detalle de sí, como sonreían, una mirada triste, un abrazo de emoción.

No se avergonzaban ante en el mundo, lo contaban a viva voz aunque nadie escuchara. La rutina no permitía que los otros viesen tanta importancia en una sola mirada. Tímida como muchos hemos de esperar que sean las mujeres, sonrió. Y él respondió. Respondió como si el alma se despegará de él, el tiempo no se detenía porque sentía el palpitar de su reloj en el brazo como el de su corazón; eran jóvenes y muchos dirán que era tal vez su primera vez.

Si los hubiera visto en otras ocasiones tal vez me hubiese enamorado de sus miradas como lo hago ahora, esa mirada que hacen quienes se enamoran puede que sea distinta en cada vida. Ellos se miraban distinto. No recuerdo como él descubrió que tan sólo acercándose podía serle fiel a su compañía y que a su misma vez podía desafiar al miedo para romper aquella timidez, tampoco recuerdo como fue que la besó; pero cada vez que la miraba se sentía el aire ligero y se veía su alma despegarse de su asiento.

Se miraban como nunca, como tal vez nunca nadie lo haya hecho.