Jamás podré amar a otra ciudad como te amo a ti.
Cuando llega la primavera y hueles a azahar... haces conmigo lo quieras, porque pasear por donde he paseado miles de veces y que se mantenga el encanto de la primera vez... sólo tu lo haces posible. Eres única Sevilla, y los antiguos lo sabían, por eso te protegían con una muralla. Eres ese tesoro con el que muchos héroes sueñan y pocos, por no decir ninguno, hacen realidad.
Mientras quede tinta en mi pluma y pasión en mi corazón, te seguiré amando como si fuera el único, como si sólo estuviéramos tu y yo; y siempre que me dejes, como en esta fría y oscura noche, te susurraré al oído todo lo que siento por ti.
Buenas noches Sevilla.